De acuerdo con los registros bíblicos, la natividad de Jesús ocurrió en Belén de Judea luego de que su madre, la Virgen María emprendiera un viaje desde Nazaret junto con el carpintero José, con quien estaba desposada. El nacimiento sucedió en el espacio más rupestre y humilde de Belén, dentro de un establo.
Este episodio histórico-bíblico es uno de los más importantes en la vivencia católica puesto que habla de la llegada de Jesucristo quien es la encarnación de Dios en “hombre y salvador”.
Dentro de la liturgia, la Navidad es precedida por el Adviento, un periodo de entre 22 y 28 días que marca el primer periodo de la época litúrgica y que a la vez funciona como preparación para que los feligreses reciban espiritualmente a Cristo.
Aunque muchas personas elaboran sus nacimientos a inicios de diciembre, estos deberían colocarse hasta el último domingo del Adviento, puesto que coincide con el rezo de una novena al nacimiento de Jesucristo, señala Atilio Vásquez, párroco de la iglesia El Espíritu Santo.
“La costumbre, la melancolía o el afecto provocan que muchas personas hagan los nacimientos desde antes. Es parte del fervor y del ambiente navideño”, señala Vásquez.
El sacerdote explica que en los nacimientos “se concentra todo el misterio de la Navidad”. Los también llamados “portales” son espacios “para reflexionar y meditar alrededor de la salvación”, agrega el religioso.
Se cree que la elaboración de altares para recibir la Navidad inició en el siglo XIII con San Francisco de Asís. Publicaciones mencionan que el santo le envió una carta al fraile italiano Tomás Celano con las instrucciones para realizar un nacimiento que rememorara la naturalidad del pasaje bíblico.
Los nacimientos en Guatemala
Dado el impacto de la religión católica en la cultura de América, la sociedad guatemalteca también ha adoptado la elaboración de nacimientos. El historiador Miguel Álvarez comenta que los primeros registros de nacimientos en el país se encuentran en el siglo XVII.
Álvarez cuenta que en 1629 el fraile dominico Thomas Gage constató que los portales navideños en el país guardaban similitud de la escena bíblica con un portal, figuras y paja. Dos siglos después, en la Exposición Universal de 1858, representantes guatemaltecos mostraron varios nacimientos de madera policromada hechos en el país.
Álvarez subraya que los portales en el país se han asociado a creaciones artísticas como la escultura de barro. El historiador agrega que la creación de figuras para nacimientos en el país ha variado por regiones como Rabinal y Chinautla.
Comenta que previo al siglo XXI, se popularizó la venta de nacimientos importados desde países como México, Italia, España y Alemania.
La elaboración de los portales en el país ha cobrado una identidad propia.
El historiador señala que además de las figuras que remiten a los personajes bíblicos, en los nacimientos de Guatemala contemplan un paisaje por lo general elaborado con pinturas o ilustraciones, elementos de papel para emular la geografía, aserrín, musgo, pino, lazos de manzanilla.
El historiador explica que el aserrín de colores aborda la naturalidad del campo, así como el musgo. Agrega que el pino en el suelo toma de la ancestralidad maya el hecho que al ser esparcido se cambia el aspecto profano de la superficie en algo sagrado. Explica que los lazos de manzanilla son productos vernáculos de Mesoamérica.
Los elementos del nacimiento
Para evocar la escena bíblica de la natividad de Jesucristo en los portales es necesario contar con las distintas figuras que remiten a los personajes. Estas son:
- La Sagrada familia. Compuesta por el niño Jesús, la Virgen María y San José. El sacerdote cuenta que en esta figura se muestra la importancia de la unidad, la armonía y la fuerza espiritual que se busca en todos los hogares creyentes.
- Los Reyes magos. Según la liturgia, Gaspar, Melchor y Baltasar viajaban desde el Oriente y fueron guiados por la estrella hasta Jesús “el Rey de los judíos”. Sus figuras hacen referencia a la adoración de Dios.
- Los pastores. En los nacimientos se les puede ver esparcidos alrededor del pesebre en el que nació Jesucristo. El religioso Atilio Vásquez comenta que fueron los primeros en ser notificados por los ángeles del nacimiento. Representan la humildad, el trabajo de campo y los cuidadores del rebaño.
- El ángel. Colocado por lo general sobre la Sagrada familia, es el mensajero de la buena noticia del nacimiento. Significa que “Dios está con nosotros”, explica Vásquez.
- El buey y la mula. El sacerdote comenta que estos dos animales han sido colocados a manera de tradición. Ambas especies se atribuyen al cobijo, la protección y el calor hacia el niño Jesús.
- El pesebre. Es el espacio rústico donde Jesucristo nació. Suele representarse como un componente natural donde hay paja o musgo. Tiene relación con la periferia de la ciudad, comenta el sacerdote.
- La estrella. El astro significa la fe que ilumina y que guía a las personas hasta el nacimiento de Jesucristo. También simboliza la esperanza.
La tradición y la psicología
El sacerdote Atilio Vásquez comenta que la tradición de armar los nacimientos convoca a los integrantes de las familias y durante la elaboración se puede realizar alguna oración.
Juan Carlos Zetina y Silvia Cordón, psicólogos especialistas en energías, opinan que el seguimiento de una tradición en familia puede fortalecer los lazos entre los distintos miembros del núcleo, y en especial cuando está ligada a la práctica religiosa.
Al tratarse de un ritual del que son parte todos los miembros, puede existir una sinergia en la que cada uno tenga un rol que pueda intercambiarse eventualmente.
Tradiciones como la elaboración de nacimientos son recordatorios para los miembros de una familia de la existencia de un sentido de pertenencia que trasciende generaciones, expresa Silvia Cordón.
Asimismo, esto puede facultarles de un sentido de esperanza. Por otro lado, las costumbres podrían reivindicar la memoria de alguien que ya no esté presente, agrega Juan Carlos.