Psicología
Música para dormir profundamente: pueden los sonidos de la naturaleza convertirse en relajantes
Expertos hablan sobre el impacto de utilizar música o sonidos de la naturaleza para inducir al sueño y explican el impacto que tiene en la vida diaria.
Con el envejecimiento, nuestro patrón de sueño cambia. Personas mayores a menudo se despiertan porque su tiempo y eficacia del sueño se reduce. (Foto Prensa Libre: Pixabay)
Investigaciones recientes han hecho que la ciencia considere el tiempo de dormir como uno de los aspectos más importantes en la salud física y emocional.
Para comenzar muchos procesos conductuales y fisiológicos de los mamíferos oscilan dentro de un período de 24 horas, incluidos los niveles hormonales, la temperatura corporal y el ciclo de sueño-vigilia.
En los humanos, el ciclo de sueño-vigilia se compone aproximadamente de ocho horas de sueño nocturno y 16 horas de vigilia durante el día. Las transiciones entre estos dos estados ocurren con poca frecuencia y son casi instantáneas.
La National Sleep Foundation informa que los trabajadores que duermen menos de seis horas por noche tienen una mayor incidencia de errores y una menor capacidad de concentración, lo que impacta negativamente en la eficiencia y el rendimiento en el trabajo. Ana Champet Lima, dermatóloga del Centro Dermatológico de Occidente comenta que en general un buen sueño lleva a una mejora calidad de vida a toda edad, "el dormir bien ayuda a que el cuerpo se regenere, mueran células cancerosas y se den otros procesos importantes".
Por su parte, Andrés Monterroso, director operativo de Rest Guatemala, en una entrevista con Marisol Hernández Fischer en Deporvida Podcast, agrega que a la hora de dormir incluso se da la regulación de insulina. El experto comenta que el sueño varía según la edad de la persona, los bebés, por ejemplo podrían llegar a dormir hasta 15 horas; los adolescentes de 7 a 10 horas y mientras se envejece podría necesitarse un poco menos, "el ideal es no dormir menos de seis horas y media hora", explica.
Cuando una persona no duerme en forma adecuada o está privada parcial o totalmente del sueño, presenta alteraciones como fallas en los procesos de atención y percepción, falta de interés, errores de memoria e irritabilidad. Además de tener más posibilidades de ansiedad y estrés, y se altera la capacidad para realizar las actividades de su vida cotidiana.
Se reconoce que uno durmió bien cuando la persona se despierta a la misma hora todos los días y sin necesidad de una alarma, dice Monterroso.
El Laboratorio de Sueño, de la Facultad de Psicología, de la Universidad Nacional Autónoma de México explica que se ha descrito que la calidad del sueño está asociada con los eventos ocurridos durante el periodo de vigilia previo.
Así que los episodios de estrés alteran los ciclos de sueño. “La forma de vida urbana y la actual situación socioeconómica han provocado un incremento de la ansiedad y el miedo ante los riesgos de perder el trabajo, los ahorros, la estabilidad social y económica o la falta de una expectativa alentadora, todos estos factores desencadenan alteraciones en el sueño. Cuando éstos se extienden a un amplio sector de la población, nos encontramos con que los efectos de los trastornos del sueño se reflejan como alteraciones en la sociedad”, se explica en un artículo presentado por la institución.
Música y sonidos a la hora de dormir
Un metaestudio (revisión de investigaciones previas) sobre los efectos de escuchar los sonidos de la naturaleza, encontró que esta experiencia perceptiva no solo puede ser un bálsamo para la mente y las emociones, sino que tiene sorprendentes beneficios para la salud.
El análisis de 18 estudios que examinaron los beneficios del sonido natural para la salud, revela la capacidad sanadora de los sonidos producidos por los seres vivos y los fenómenos de la naturaleza. Esto excluye los sonidos y ruidos antropogénicos, es decir, provocados por los seres humanos y sus actividades, dicen los resultados liderados por la universidad canadiense de Carleton y de las universidades estatales estadounidenses de Michigan (MSU) y Colorado (CSU).
Actualmente se tienen diferentes tipos de sonido para motivar la relajación, dice la psicóloga Daniela Ortiz, "los sonidos que más se adaptan para el descanso son los llamados blancos, como el del río o la lluvia, y en ese momento el cerebro entra en una fase de relajamiento. Esos sonidos ayudan a disminuir otro tipo de sonidos que se escuchan afuera de nuestra habitación", explica.
Al cerrar los ojos con esos sonidos de naturaleza nos conectamos con ella y nos facilita la visualización, agrega Ortiz. "Los pájaros y otros sonidos también son positivos", comenta la experta.
El ideal es programarlos para que estén durante 45 minutos o una hora y media, luego la persona se quede en silencio, recomienda Ortiz. Se sugiere que la música se programe en una bocina y no se tengan pantallas encendidas para que la iluminación no interfiera con el descanso.
¿Cómo lograr un mejor descanso?
Para Arlen Baldizón, parte del equipo de la marca Simmons, lleva cerca de siete años en la industria que promueve el descanso y comparte algunos consejos que además de la música o los sonidos relajantes puede llevar a la persona a dormir mejor.
"Un buen descanso representa salud, energía y vitalidad, incluso mejora el estado de ánimo", agrega. Baldizón hace énfasis en alejarse de las pantallas antes de la hora de dormir; evitar las comidas copiosas y también el mantener una temperatura agradable en la habitación. Sumado a ello, el tener una cama cómoda es importante, "cada persona tiene una perspectiva distinta y necesidades diferentes para su propio descanso", dice la profesional.
Otras de las recomendaciones consisten en evitar el exceso de cafeína y alcohol y reducir el estrés mediante técnicas de relajación como la meditación. "Si estos consejos no resultan, lo mejor es buscar el apoyo con un especialista en el tema del sueño", concluye Ortiz.