Todas las personas tenemos dos series de dientes: una de 20 dientes deciduos (o también llamados dientes de leche) y otra de 32 dientes que son permanentes. Ambas tienen forma de arco y hacia el final de estos es común que aparezcan cuatro cordales, que corresponden a las terceras molares.
“Las famosas muelas del juicio están casi al inicio de la rama ascendente de la mandíbula, en la parte más posterior de la cavidad oral. Se encargan de ayudar a triturar los alimentos más duros dando una superficie de contacto. Pero no a todas las personas les salen”, dice Juan Carlos Solís, odontólogo.
Las muelas del juicio suelen aparecer entre los 17 y 25 años aproximadamente, y se les llama así porque a esa edad las personas ya tienen un juicio más desarrollado que cuando aparecen los demás dientes. En algunas personas estas piezas dentales no erupcionan por diferentes factores, como la genética.
Sin embargo, otros factores como un golpe en el área de la boca o que el hueso no se haya desarrollado de manera correcta influye en que estas muelas salgan en diferentes posiciones, desde inclinadas hasta horizontales. “En estos casos es importante hacer una evaluación médica para determinar si es necesario extraer la muela”, añade la dentista Carmen Rivas.
Síntomas de la muela del juicio
Cuando las muelas del juicio no salen en posición normal podrían provocar dolor y lesiones en los demás dientes, por lo que se recomienda extraerlas para evitar complicaciones mayores. Además, debido a que están en la parte posterior de la boca son más difíciles de limpiar y por ello más vulnerables a las caries dentales y enfermedades de las encías.
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“Las muelas del juicio retenidas, son aquellas que emergen mal y causan problemas en los demás dientes. La mayoría de los casos no provoca síntomas, pero cuando se infecta genera dolor en la mandíbula, mal aliento y las encías se inflaman, sangran y se vuelven muy sensibles”, dice Solís.
Además, una infección en las muelas también genera un sabor desagradable en la boca y dificultad para abrirla.
Cuándo se deben extraer las muelas del juicio
Las muelas del juicio no siempre provocan molestias y no es necesario extraerlas, ya que crecieron por completo en la posición adecuada y la mordida con la muela opuesta es correcta, se pueden limpiar con la práctica de higiene diaria y están sanas.
Sin embargo, en otras ocasiones debido a que las muelas crecen en una posición incorrecta no tienen mucho espacio para crecer como corresponde, por lo que causan problemas y algunos síntomas de los antes mencionados.
Es necesario extraer estas muelas cuando permanecen completamente ocultas dentro de las encías. Es decir, que no pueden emerger con normalidad y quedan atrapadas en la mandíbula; provocando infección o un quiste que dañe las raíces de los demás dientes o el hueso de apoyo.
También cuando no emergen por completo, ya que crean un pasaje que puede ser propenso a bacterias que provoquen infecciones orales o en la encía. Además, como es un área difícil de limpiar, podría ser imán de caries dentales. Esto haría que la persona sufra dolor, mal aliento e inflamación de la mejilla.
Las muelas del juicio suelen apiñarse con los dientes cercanos cuando no tienen suficiente espacio para desarrollarse y podrían dañar a las otras molares.
“Muchos dentistas creen que es mejor extraer las muelas de juicio cuando la persona es más joven, antes de que las raíces y los huesos se formen por completo y cuando la recuperación después de la cirugía suele ser más rápida”, explica Clínica Mayo.