Ante esta idea es importante reflexionar sobre las necesidad del cuidado clínico antes de la muerte de la piel y su importancia estética.
Elementos como el sol, el humo, la radiación, el tabaco e incluso factores personales como el estrés son comunes en cuanto al deterioro de la piel.
A partir de estas consideraciones destaca la necesidad por saber más del cuidado de la cara, ya que, se trata de la zona con piel más expuesta a la luz solar al igual que el cuello, el escote y los brazos.
“Poco a poco las células no tienen una función tan íntegra como solía tenerse en la infancia. Por eso, proteger la piel no solo previene el envejecimiento, sino que ayuda a evitar lesiones a largo o corto plazo, como el cáncer de piel”, explica la dermatóloga Maureen Barahona.
La especialista agrega que aunque cada sitio de la piel requiere un cuidado específico, el rostro tiene mayor tendencia a sufrir deterioro por estar descubierto. En paralelo, esta vulnerabilidad ha llevado a la necesidad de productos como la mascarilla facial, que tienen como propósito revitalizar, así como para proteger la piel de la cara.
Por un lado, la doctora Barahona explica que las mascarillas faciales son productos que pueden aplicarse que tienen un origen químico u orgánico.
Adicionalmente, su presentación puede ser cremosa, pastosa, gelatinosa o espumosa y sus activos pueden llegar a generar efectos 20 minutos después de haberse aplicado, agrega el doctor Juan Pablo Chavarría, catedrático de Tratamientos innovadores Estéticos para la Licenciatura en Esteticismo y Visagismo de la Universidad Galileo.
Para qué sirve la mascarilla facial
Según explica Maureen Barahona, muchas de la mascarillas recomendables son las fabricadas que contienen elementos beneficiosos para la piel como los siguientes:
- Ácido hialúronico: Suele operar como hidratante a profundidad y da soporte en la piel. Es útil para combatir el envejecimiento.
- Ácido salicílico: Aporta a la reducción del acné, la hinchazón, el enrojecimiento, así como suaviza la piel seca o gruesa.
- Ácido retinoico: Generado a partir de la Vitamina A, este componente ayuda a que las células crezcan y se desarrollen. Previene manchas producidas por el Sol y las arrugas.
- Vitamina C: Ayuda en la producción de piel, así como en la sanación de heridas y la formación de tejido cicatricial.
Aunque las mascarillas fabricadas preservan estos componentes, la doctora Maureen explica que siempre será mejor invertir en una rutina de cuidado facial que pueda ser recomendada por un especialista en piel y/o estética del rostro.
Riesgos de las mascarillas caseras
Los especialistas consultados mencionan que, a pesar de ser un producto cotizado por sus beneficios refrescantes, relajantes y regenerativos, es importante tener cuidado con las mascarillas faciales, ya que no todas son recomendadas, especialmente las elaboradas en casa.
“(…) existe un riesgo de que contengan productos que alteren el pH que podría llegar a generar manchas o marcas. Cuando la gente ve vídeos en redes sociales que se hacen populares buscan hacer las mascarillas en casa, pero no todas son recomendadas para los distintos tipos de piel”, explica el doctor Juan Pablo Chavarría.
Mascarillas de aguacate, avena, miel, ajo y “otro montón de alimentos” suelen ser populares a la hora de realizar preparados caseros, comenta la doctora Maureen Barahona, quien subraya que al ser aplicados en el rostro, estos pueden generar efectos como reacciones irritativas, dermatitis alérgicas o incluso quemaduras.
“Muchos productos designados para la cocina no deberían aplicarse en el rostro. Qué sea común, no significa que sea buena. Debemos entender que hay hongos y bacterias viviendo en la superficie de nuestra piel que cohabitan amistosamente con nosotros, pero si les damos un medio para crecer más, empezarán a desarrollarse”, explica Barahona.
Tanto Maureen como Juan Pablo insisten que para evitar estos casos, es necesario atender que las mejores mascarillas son las fabricadas que pueden conseguirse en farmacias, con un dermatólogo, en centros esteticistas, o bien, las elaboradas por estos especialistas a base de productos confiables.
Cuál es la mejor mascarilla
Luego de lo expuesto, cabe también preguntarse cuál es entonces la mascarilla más recomendable para cada persona. El doctor Chavarría argumenta que esto puede definirse en base al tipo de piel de cada persona.
Las mascarillas para la piel seca deben de hidratar y tener componentes antioxidantes, sobre todo se utiliza la vitamina C, y derivados de vitamina E y A, en dosis muy bajas y no se debe exceder la frecuencia a dos veces por semana, explica.
Por otro lado, para pieles con tendencia grasa, el doctor recomienda las mascarillas que regulan la producción de estos lípidos y que a la vez sea exfoliantes. Para pieles sensibles es necesario tratar con productos que carezcan de químicos irritantes.
“Las mascarillas faciales son para todas las personas, pero se debe saber cuál es el tipo de piel. Lo más recomendable es tener un esteticista o dermatólogo de confianza a quien se le pueda preguntar para cuidarla de mejor forma”, argumenta Chavarría.