Es importante tomar todas las medidas de higiene para garantizar que el consumo de los alimentos sea seguro. Esto implica cuidar cada detalle, desde la selección de los alimentos, su conservación, preparación hasta cómo son almacenados después de cocinarlos.
Es importante como familia, cuidar a quienes tienen más riesgo de contraer una enfermedad causada por los alimentos como los bebés, niños, personas de edad avanzada o con enfermedades crónicas como cáncer o diabetes, ya que tienen las defensas bajas y pueden ser susceptibles a infecciones que normalmente no se presentarían en una persona sana, dice la nutricionista Gabriela Colindres, de la división de diabetes de Nipro Guatemala.
En el coronavirus
La manipulación de alimentos de manera adecuada siempre ha sido importante, pero en la situación actual, ha cobrado mayor relevancia. Aunque el contagio del covid-19 a través de los alimentos o sus empaques es poco probable, implementar medidas de limpieza extra, nunca está de más, agrega Colindres.
En este caso es importante tomar en cuenta que alimentos como frutas y verduras deben lavarse solo con agua y jabón, incluso aquellos que se consumen sin cáscara.
Iris Cotto, del Departamento de Toxicología Julio Valladares Márquez, de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), insiste en la necesidad de lavar los alimentos con agua limpia, entubada y de preferencia de filtro, hervida o agua embotellada.
Colindres recomienda que en el caso de los alimentos que vienen en empaques que pueden deteriorase al limpiarlos, es mejor que sean trasladados a otro recipiente.
Cuando cursamos con una enfermedad transmitida por los alimentos es importante observar los síntomas y su progresión, y no automedicarse. La mayoría de estas enfermedades pueden presentar síntomas leves, pero hay otras que requieren ser tratadas de manera específica.
Es importante consultar al médico si los vómitos persisten, la diarrea no cesa y contiene sangre o presenta color negro, cuando se presenta fiebre o síntomas de deshidratación como boca seca, sed excesiva, mareos, así como la presencia de cólicos o dolor abdominal intenso.
Los alimentos se deben introducir gradualmente a medida que la persona mejore su tolerancia. Cuando estamos en un proceso que afecta nuestro sistema digestivo debemos evitar alimentos irritantes o condimentados, tampoco se aconseja el consumo de alimentos crudos, azucarados, lácteos y grasas.