Para países de Centroamérica, la Federación Mundial de Hemofilia estima que en Guatemala se han detectado 119 casos, en Honduras 203, en Costa Rica 209, en México 6300, en El Salvador 139, en Panamá 284, en Venezuela 2506, en República Dominicana 262 y en Nicaragua 225La hemofilia es el resultado de una deficiencia o ausencia de ciertos factores de la coagulación en la sangre: del factor VIII (8) conocido como hemofilia A, o del factor IX (9) como hemofilia tipo B.
Su tratamiento consiste en aportar el factor ausente mediante administración intravenosa. El tratamiento de reemplazo de factores es adecuado para la mayoría de los pacientes a menos que desarrollen anticuerpos, también llamados “inhibidores”, a los factores de la sangre.
“Siempre hay un riesgo de que el sistema inmunológico perciba a esos factores como invasores extraños y los
ataque debido a que los factores de la sangre utilizados en el tratamiento de reemplazo de factores son externos al cuerpo. Cuando estos inhibidores atacan y neutralizan al factor VIII o IX administrados, el sangrado no se detiene y es necesario considerar tratamientos alternativos”, explican los especialistas.
Óscar Avendaño, miembro de la Asociación de Hemato-oncología de Guatemala, expuso que no existen estadísticas oficiales pero es una enfermedad que tiene prevalencia en hombres.
La doctora Marta Julia López, especialista en hematología pediátrica y gerente médico de Biofarma en Novo Nordisk CLAT, afirmó que hay opciones para atender a los pacientes y según la severidad de los pacientes, serán los costos para atenderlos. “No es lo mismo un paciente que llega con severidad en la rodilla y también depende del kilo de peso”, describió.
La especialista citó el caso de un paciente que se consumió el factor (medicina) que se aplica en estos casos debido a que fue herido de bala en un hospital nacional y comentó que en varios hospitales privados y nacionales se utiliza el Factor tipo 7. Una opción es el dispositivo Mix Pro de la compañía en mención, que permite preparar la mezcla más rápidamente y así reducir el riesgo de contaminación, dijo la médico.
Aunque los expertos están conscientes de que el tratamiento y los medicamentos relacionados con la hemofilia implican altos costos económicos en los países de Latinoamérica y el Caribe, coinciden en que los gobiernos deben priorizar fondos para evitar complicaciones en los pacientes.