La ropa blanca de cama, las camisas, las mantelerías, las pijamas, los pantalones y las blusas quedarán impecables y muy blancas si en el último enjuague se añade un chorrito de agua oxigenada y se deja en remojo durante unos 15 minutos.
La ropa blanca sigue siendo agradable al tacto si se deja en remojo, durante unas horas en agua tibia con un poco de sal o con bicarbonato de sodio.