Por esta razón, el portal Eroski Consumer, establece que una forma para prevenir esta situación es con la planificación de un menú saludable.
Entre los alimentos que se pueden incluir están los depurativos, como las hortalizas y hierbas, que previenen las molestias como la pesadez, la flatulencia o dolores de cabeza.
También hay que evitar picar boquitas entre comidas, no abusar de las comidas rápidas, embutidos, patés, quesos, chucherías, entre otros.
El desayuno debe ser liviano, por ejemplo de cereales y frutas para que el organismo tenga la energía necesaria durante el día. No hay que evitarlo ya que este tiempo de comida es considerado el más importante para el cuerpo.
También hay que considera los alimentos ricos en fibra, ya que estos ayudan a evacuar y aliviar la sensación del estómago lleno. Una fruta en compota, mezclada con frutos secos como las ciruelas pasas, un yogur con granola, tomar agua y caminar, ayudan a mantener en equilibrio al cuerpo.
Las ensaladas, además de ser ricos en enzimas, ayudan a mejorar la digestión, por lo que es conveniente que en lugar de una entrada pesada, se opten por este tipo de alimentos.
Los postres deben ser bajos en azúcares. Un consejo es compartir la mitad de un postre con otra persona, para evitar los excesos.
Con respecto a los licores, se pueden acompañar las comidas con un vino o una cerveza, pero no pasarse más de tres copas ya que esto puede llegar a afectar órganos como los riñones.
Caminar una hora al día también ayudará a que el cuerpo digiera los alimentos y que las calorías no se acumulen en el organismo.