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Pero toda esa tecnología no sirve de nada si se comete uno de los siete errores típicos al tomar una selfi.
Como en todo, la práctica hace al experto, así que no se canse de intentarlo pero tenga en cuenta estas recomendaciones.
1.Disparar desde abajo arruina las fotos: enormes fosas nasales, doble mentón y cosas peores. Las buenas selfis son tomadas desde arriba. El teléfono debe ser sostenido un poco por encima del nivel de los ojos para obtener así una buena perspectiva.
2. La luz desde arriba, como es típico en los interiores, arruina los autorretratos rápidos creando sombras oscuras bajo los ojos o la nariz. Es mejor si la luz diurna viene de frente, por ejemplo, de una ventana. Se recomienda girar la cabeza ligeramente para que todo el rostro se ilumine armoniosamente. En el exterior, sin embargo, es importante evitar la luz solar frontal para que las zonas de la frente y las mejillas no estén sobreexpuestas.
3. Poca distancia: si se sostiene el móvil demasiado cerca de la cara, las proporciones de los rasgos faciales saldrán distorsionadas, especialmente en la zona de la nariz. Además, la cámara captura sin piedad detalles no deseados, desde granos hasta pelos en la nariz. La regla de oro: el brazo extendido es la distancia correcta.
4. Falta de naturalidad: una expresión facial natural es fundamental a la hora de tomar una selfi. Una sonrisa forzada o una risa exagerada tienden a arruinar la foto. Lo mejor es poner una sonrisa amistosa y simpática, que por supuesto funciona mejor cuando se está de buen humor.
5. No apuntar la mirada hacia el sensor de la cámara: quien pulsa el botón del obturador de la cámara mirando la vista previa de la foto en la pantalla, tendrá que repetir la toma. Para obtener el efecto de estar presente y dar al espectador una sensación de cercanía a través del contacto visual, se recomienda mirar directamente hacia el sensor de la cámara.
6. Selfis en el espejo: si bien son muy populares porque permiten usar la cámara principal del móvil, no deben convertirse en regla. Cuando se está frente al espejo, y mirando al espejo, no se pueden corregir ni la composición de la imagen ni la incidencia de la luz en la pantalla. Además: el dispositivo casi siempre se ve en la foto.
7. Exagerado uso del flash: las sombras que proyectan los flashes de los teléfonos inteligentes no son halagadoras para ningún rostro. Si la cámara frontal utiliza la pantalla grande como un flash, el resultado puede llegar a ser mejor. Así y todo: no hay nada como la luz natural que ilumina uniformemente el rostro.