El colon es la sección más larga del intestino grueso. Es un tipo de tubo conectado con el intestino delgado por un extremo y con el ano por el otro.
La Sociedad Americana de Colon y Cirugía Rectal explica que este problema es común y se presenta en un 15 a 20 por ciento de la población adulta.
Por lo regular, estos aparecen en personas mayores de 50 años, así como en aquellos con tendencia hereditaria, quienes han tenido esta condición anteriormente o si se tienen antecedentes de cáncer de colon.
Aumenta la probabilidad de desarrollarlos cuando se tiene sobrepeso o se fuma, explica Juan Carlos Ortiz, gastroenterólogo y vicepresidente de la Asociación guatemalteca de Gastroenterología.
Así se localizan y se extraen
Los pólipos no provocan síntomas. Aunque algunos pacientes podrían tener sangrados rectal, cambio de color en las heces o que estas tengan un color negro, así como otras molestias de estreñimiento, diarrea y otras afecciones, agrega dice el gastroenterólogo Fabricio Alvarado.
Es importante visitar a un médico en cualquiera de estos cambios en el cuerpo.
Héctor Luna, cirujano gastrointestinal y endoscopista, de Clínicas Punto 10, explica que una gran mayoría de casos se ubican mientras se está evaluando a los pacientes en una colonoscopia referidos por otra condición.
Según la clínica en que se esté efectuando el procedimiento, el encargado de la evaluación podría actuar y quitarlo durante el examen, si fuera muy grande o complicado, realizará una biopsia para examinarlo y así confirmar si es benigno o maligno.
Luna agrega que algunos de gran tamaño incluso podrían obstruir los intestinos. Esto se relaciona con dolor abdominal y cólicos.
“Este protocolo de quitarlos en el momento de verlos es frecuente en clínicas de endoscopia avanzada porque se tienen más conocimientos y herramientas para realizarlo”, agrega Ortiz.
Pero, si la clínica es solo de diagnóstico se referirá a otro especialista para darle el seguimiento. En cualquier caso, el objetivo es eliminar el pólipo lo más pronto posible y evaluarlo.
Esto último es porque algunos de ellos aunque sean pequeños tienen el potencial de convertirse en malignos y este paso representaría un avance para evitar un cáncer futuro, dice Ortiz.
El encuentro con el cáncer
El cáncer podría encontrarse en diferentes estadios, desde el uno que no se ha diseminado hasta el estado cuatro que está propagado en diferentes órganos.
Cada uno llevará un proceso de tratamiento que podría incluir quimioterapias, radiación y una variedad de cirugías, por mencionar algunos tratamientos.
En los primeros estados se recomendará eliminar los pólipos porque el cáncer es pequeño y localizado.
Para pólipos de mayor tamaño también es posible que se requiera quitar una cantidad del revestimiento del colon.
En estados avanzados se sugiere una colectomía parcial, en la que se extrae una parte de este órgano. La Clínica Mayo refiere que cuando no se pueden volver a conectar las partes saludables del colon o el recto, es posible que necesites una ostomía.
Este procedimiento lleva a una abertura en la pared del abdomen, desde una parte del intestino restante para la eliminación de heces en una bolsa que se ajusta de forma segura sobre la abertura.
En algunos casos demasiado avanzados solo se realizará una cirugía para mejorar la calidad de vida de las personas, pero no será posible ofrecer otras alternativas al paciente.
El tema de la prevención
La salud del colon y del intestino comienza con una alimentación sana, dice Alvarado.
Los médicos consultados insisten en el consumo de alimentos con fibra. Frutas, vegetales, granola, frutos secos son algunos de los alimentos que ayudan a mantener una mejor digestión.
Se sugiere evitar la comida muy condimentada, el abuso del café y limitar el consumo de carne roja, en especial las áreas que están demasiado asadas.
El tomar suficiente agua, de dos a tres litros diarios y ejercitarse también es parte de ello.
En la rutina de salud incluir una evaluación completa de heces cada año resulta positivo y así descartar que exista rastros de sangre en la misma. Es importante destacar que resultado negativo no descarta la presencia de pólipos.
Además, Luna agrega que a partir de 40 años tendría que realizarse una colonoscopia por lo menos una vez cada dos años, en especial si existe historial de pólipos o cáncer de colon en la familia.
La colonoscopia será más frecuentes en personas que ya han tenido pólipos o un cuadro canceroso porque es una manera de darle seguimiento al caso y evaluar el proceso. Después de cinco años sin otra manifestación la persona es considerada libre de cáncer, agrega Ortiz.
Las estadísticas agregan que cuando se descubre un pólipo se requiere de una inspección completa del colon, porque un 30% de pacientes tendrán más de estos crecimientos anormales.
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