Yo soy infinitamente afortunada al tener al padre que tengo (porque sí, uno lo tiene eternamente). Él, el hombre de las mil colecciones… quien disfrutó igualmente de piedras y minerales que de trajes típicos y tiroleses. También de monedas romanas y memorabilia histórica, de relojes de bolsillo, aerolitos y fósiles. A quien a lo largo de los años regalé objetos tan distintos como pipas y piedras exóticas, pantuflas nórdicas, ámbar del Báltico, los mejores chocolates del mundo o bufandas hechas por mí.
Todos seleccionados de acuerdo a sus gustos, sin embargo ahora sé que ninguno de ellos fue el regalo perfecto. Sí, la búsqueda del regalo perfecto es todo un viaje de conocimiento hacia los deseos y pasiones del receptor, es salir de uno mismo para entrar a una perspectiva ajena. El regalo perfecto no son los destilados más exclusivos, los relojes de colección o los vinos de parajes lejanos, ni los trajes a medida o libros de edición especial. No lo es siquiera la pieza más deseada para un coleccionista.
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El regalo perfecto es el tiempo, es compartir el momento, hacer ese viaje, escribir esa carta y hacer esa llamada para charlar sobre todo y nada. Para mi serían más tardes juntos, tomar de nuevo el tren equivocado, compartir un cigarro más; mirar aves, castillos y manejar por horas en el desierto. Sentarnos en torno a una mesa y compartir miles de copas mientras hablamos de nuevo sobre las líneas de Neumann, los jardines de las esmeraldas y la “Semana de los Tiburones”…
Aquí, cuatro espectaculares vinos para maridar el regalo del tiempo. Hechos de historias de padres e hijos, seleccionados especialmente para honrar a mi padre y a tu padre en su día (que es todos los días)…
Silex, Didier Dagueneau, Pouilly-Fume, Loire, France
El vino de culto de Didier Dagueneau, un apasionado de las emociones fuertes y la aventura, conocido como el “hombre salvaje” de Pouilly y cuya obsesión fue crear el mejor Sauvignon Blanc del mundo reivindicando la fama de los vinos de la zona trabajando sus viñedos con rendimientos bajísimos, utilizando madera y siguiendo estrictamente las normas del cultivo biodinámico.
Tras su muerte a los 52 años, su hijo Louis-Benjamin toma las riendas de la bodega para continuar con el mítico legado de su padre. Silex es pura belleza embotellada, potente, vibrante y sorprendente.
De envolventes armas florales, herbáceos y cítricos con notas ahumadas, reflejo de su fermentación en barricas de roble, sobre un muy presente fondo mineral que acompañan su seductora textura sedosa. Es un vino inolvidable, recuerdo cada vez que lo he bebido.
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Catena Alta Historic Rows, Mendoza, Argentina
En el mundo del Malbec de altura, Nicolás Catena es el Rey. Y es él quien a través de la bodega familiar, Catena Zapata que nace en 1902, ha desarrollado el ambicioso proyecto de posicionar el vino argentino en los nichos más prestigiosos de calidad de la viticultura mundial, aprovechando su privilegiada ubicación al pie de los Andes y llevando el cultivo del Mabec a alturas de 1500 metros sobre el nivel del mar.
Él, junto con su hija Laura Catena, Bióloga por la Universidad de Harvard y Doctora en Medicina por la Universidad de Stanford, dirigen la bodega familiar y el CIW (Catena Institute of Wine) desde donde, a través de la investigación, han sabido reflejar en sus vinos el potencial de su tierra.Catena Alta Historic Rows es un vino riquísimo con aromas de frutos rojos maduros que acompañan un fondo floral de violetas y lavanda redondeado por notas de cuero, tabaco y especias. Potente y a la vez muy fresco, dan ganas de beber más y más. Perfecto para acompañar cortes de
carne y horas de conversación.
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La Viña de Andrés Romeo, Rioja, España
Este es uno de los vinos más personales de Benjamín Romeo, creador de Contador, uno de los vinos españoles más laureados. Este vino de pago es un homenaje de Benjamín a su padre, Andrés Romeo. Elaborado con uvas de la variedad Tempranillo provenientes del viñedo La Liende, plantado años atrás por Andrés Romeo, que tras una cuidadísima selección grano a grano y fermentación en roble, pasa 18 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés, dando como resultado un vino poderoso y estructurado, pero que conserva la elegancia y clase de los grandes vinos. Corpulento y de taninos maduros, con una frescura y vitalidad que lo convierten en un vino ideal para la guarda.
La viña de Andrés Romeo es el homenaje de un hijo al ejemplo y trabajo de su padre. A partir de la añada 2014 solo se vende como parte de una colección.
Gaja Sito Moresco, Langhe, Piemonte, Italia
Angelo Gaja es reconocido como uno de los más importantes productores de la zona de Barbaresco y como el responsable de llevar los vinos de la denominación a un nivel altísimo de reconocimiento internacional gracias a la unión de las técnicas tradicionales con las modernas, como el uso de barricas de roble. Un claro ejemplo de esto es su vino Sito Moresco. Elaborado con las variedades Nebbiolo, Merlot y Cabernet Sauvignon de los viñedos de la familia Gaja, con un reposo de 18 meses en barricas de roble, el resultado es un vino con la complejidad del Nebbiolo y la cara más amable del resto de las variedades. Riquísima potencia de frutos rojos y notas mentoladas con un ligero y bien integrado toque de tabaco.
De textura sedosa y un paso amable y elegante. La bodega está a cargo de Gaia Gaja, hija de Angelo y quinta generación de viticultores a cargo del proyecto familiar, quien se encarga de dar continuidad al trabajo de su padre en todos los aspectos de la marca y como principal embajadora de la calidad y sello distintivo Gaja. Una excelente opción para regalar el Día del Padre.
Feliz Día del Padre.
* En alianza con Forbes México y Centroamérica, artículo de Mónica De La Torre.
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