Los resultados demostraron que las mujeres tienden a experimentar mayor dolor en la separación, pero los hombres tardan más tiempo en superar la ruptura y en controlar sus emociones.
“En términos simples, las mujeres evolucionaron para invertir mucho más que un hombre en una relación”, explicó Craig Morris, investigador de antropología en Binghamton University y líder del estudio.
Además, agregó: “Un breve encuentro amoroso podría conllevar nueve meses de embarazo seguido de muchos años de lactancia para las mujeres ancestrales, mientras que los hombres podrían irse literalmente unos minutos después del encuentro, sin tener inversión biológica alguna”.
Por ello el antropólogo sugiere que en términos evolutivos las mujeres han desarrollado mecanismos de selección más rigurosos al momento de tener una pareja. En cambio, los hombres han evolucionado para competir por la atención del sexo femenino.
De acuerdo con Morris las mujeres al perder una pareja de calidad sufren más y aparentemente los hombres no les dolerá tanto, en un principio.
“El hombre probablemente sienta la pérdida profundamente y durante un período de tiempo muy largo a medida que comprende que debe volver a empezar a competir de nuevo para reemplazar lo que ha perdido”, comentó Morris.
La investigación se realizó por medio de una encuesta en internet que tuvo la participaron 5 mil 705 personas de distintas partes del mundo. Los participantes compartieron cómo les había afectado emocionalmente una ruptura y las respuestas físicas que experimentaron.
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Las preguntas contaban con rangos del 1 al 10, en la que 1 significaba ninguno y 10 era insoportable. Las respuestas demostraron que en general tanto hombres como mujeres experimentan una intensidad similar de sus emociones.
Asimismo las mujeres demostraron presentar mayor intensidad en casi todos los factores de respuesta luego de una separación.
Las emociones más frecuentes fueron ansiedad, depresión, ira, miedo y una limitación para realizar las actividades laborales y de estudio.
En cuanto a las respuestas físicas presentaron pérdida de apetito, ataques de pánico, cambio de peso, náuseas y baja respuesta inmunológica.
A diferencia, los hombres mostraron una mayor intensidad en las respuestas emocionales y uno de los efectos que presentaron fue la pérdida de concentración e insensibilidad emocional.
El investigador, aseguró que la mayoría de las personas suele experimentar al menos tres rupturas amorosas antes de llegar a los 30 años. De las tres al menos una dolerá lo suficiente para cambiar el estado de una persona por semanas o meses.
“La gente pierde trabajos, los estudiantes no van a clases y algunos individuos pueden desarrollar patrones de comportamiento extremadamente destructivos después de una ruptura sentimental”, afirmó Morris.
El estudio concluyó que los resultados pueden reducir los efectos de las personas cuando se comprenden las respuestas físicas y emocionales.
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