“La música induce una respuesta de movimientos de vocalización porque activa circuitos cerebrales de estimulación del lenguaje y la comunicación”, explica el doctor Álex Prats, catedrático de Anatomía y Embriología Humana de la Universidad de Barcelona y participante en el estudio.
La investigación rompe definitivamente el mito de que los fetos son capaces de oir cuando sus madres se colocan unos auriculares en la zona abdominal. “La única vía para que oigan es emitir música desde la parte íntima de la madre. El sonido que les llega por el abdomen de su madre casi no lo perciben porque los tejidos blandos del abdomen y del interior del cuerpo de la madre absorben las ondas sonoras”, enfatiza López-Teijon.
Los resultados del ensayo, que se ha llevado a cabo con cien mujeres embarazas que se encontraban entre la semana 14 y 39 de gestación, revela que con música emitida desde la vagina con un dispostitivo similar a un tapón, el 87 por ciento de los fetos mueven la boca o la lengua y que casi el 50 por ciento sacan la lengua al máximo. Este nuevo sistema permite también descartar la sordera fetal, según el sitio abc.es
“Si el feto responde a la música es que no tiene problemas de audición, aunque si no reacciona no quiere decir que sí. Debe probarse con otras ecografías”, dice la doctora López-Teijón. Solo si la falta de reacción persiste, según precisa, es motivo de consulta pediátrica.
El ensayo ha demostrado que esta fase previa del lenguaje responde con mayor intensidad ante la música, mientras que los ruidos o sonidos disonantes no activan estos circuitos de neuronas y que la emisión de la voz de la madre o cualquier otra a través de la vagina tampoco provocarían ninguna respuesta especial en el feto.