Iniciamos la exploración de este nuevo territorio dirigiéndonos hacia la ciudad, para esto usamos la invisibilidad, es importante recordar que somos seres de otro mundo por consiguiente no entendemos el tiempo del planeta tierra, en consecuencia no sabemos que es diciembre y no estamos enganchados a la Navidad, puesto que en nuestra mente no existe dicho concepto. Aclarados estos puntos, continuemos. Al entrar a la ciudad vemos calles adornadas con luces de colores y postes con figuras iluminadas, luego nos dirigimos a un lugar concurrido, allí observamos que las personas entran y salen de varios sitios llevando varios objetos, cada persona se ocupa de sí misma, nadie le presta atención a los demás o a lo que ocurre alrededor, nos percatamos que solo les interesa llenarse de objetos.
Procedemos a salir del sector porque nos sentimos asfixiados por tanta concentración de gente. En las afueras de esa área notamos que existen otras personas que en lugar de adquirir cosas piden ayuda, tratamos de comprender esa diferencia, mientras unos están afanados en los objetos, otros se preocupan por subsistir.
Posteriormente, entramos en otro lugar y prestamos mayor atención a lo que pasa entre los seres humanos, unos están contentos y otros tristes o enojados a pesar de que están en la misma parte. Al analizar este suceso llegamos a la conclusión que la diferencia de actitudes se da porque unos quieren y no pueden, otros añoran sin que sus sueños se hagan realidad, es una lucha entre deseo, decepción y comparación.
Regresamos a la nave, pero antes de llegar encontramos una casa aislada en el bosque en donde habita una familia, a diferencia de las personas que vimos en la ciudad, están tranquilos calentándose cerca de una pequeña chimenea, comen sin discutir y no vemos ninguna reacción emocional, solo viven el momento presente en donde existen. Parece que para ellos no existe tiempo ni pensamientos de la época, viven en paz y armonía con la naturaleza que los rodea. Seguimos nuestro camino, llegamos a la nave y partimos.
Terminado el ejercicio, reflexiono sobre lo siguiente:
- La esencia espiritual se pierde por el significado del tiempo, los conceptos y las creencias.
- La identificación material quita la paz interior.
- La humanidad sufre por tratar de convertirse en aquello que ve en el exterior.
- La vanidad y el orgullo conducen a la desesperación.
- La serenidad se alcanza en el instante en el que se vive la presencia consciente del momento presente.
- La tranquilidad mental y espiritual llega sin la identificación de pensamientos.
Deseos
André Armas, Educador y Consejero en Bienestar
Mis mejores deseos para sus vidas.