Las etapas anuales en el ciclo vital ayudan a programar nuevas y mejores formas de vida.
En cuanto al rol de padres, se va cumpliendo lo que se ha planificado para emprender nuevos hábitos. Los encargos juegan un papel muy importante en la vida de los hijos.
Es bueno saber y entender que todo hábito en niños pequeños necesita tiempo y el recordarles la meta es normal, para eso están los padres y maestros a cargo.
Tener que recordárselos no les quita importancia a los encargos, más bien crea un vínculo con el hijo que lo ejecuta. Elegir el encargo adecuado es parte de esa proyección de inicio de año. Una clasificación útil de los encargos puede ser la siguiente:
- Encargos de privilegio: son los que ayudan principalmente a los hijos que están bajos de ánimo, que no les ha ido bien, con baja autoestima o que necesitan incentivos para lograrlo. Estos son todos los encargos que le indican al niño que se confía en él, que da el ejemplo y que ha hecho algo bien, que le dan prestigio ante su familia.
- Encargos de responsabilidad: estos deberán ser graduales y contar con incentivos no tangibles como reconocer el esfuerzo y van dirigidos a desarrollar en los hijos la diligencia para obedecer y brindar una respuesta pronta siempre. Son todos los que solicitan hacer algo específico, para el bien de su familia o de quien lo solicita, se elogia el esfuerzo y la diligencia en hacer lo solicitado.
- Encargos fraternales o de solidaridad: estos siempre empiezan en casa y ayudan a que los hijos que lo necesiten aterricen, piensen en los demás, miren hacia su alrededor y que no sientan que son el principio y el final de su mundo. Cuando un niño está triste estos encargos pueden usarse como ayuda para la vinculación y conectarse con los demás, ayudar a hacer algo en equipo funciona muy bien.
Cada inicio de año será muy importante revisar los horarios y hacer los ajustes que cada hijo necesita y acompañarlos, para recorrer la primera semana y hasta un mes, dependiendo de su adaptabilidad.
Es necesario que el adulto a cargo sea realista y evite la fatalidad o victimismo ante los cambios de inicio de año que necesita afrontar. Los padres deben ser estrategas de los planes o proyectos de sus hijos pequeños; siendo pequeños les corresponde guiarlos y enseñarles cómo se regula su comportamiento orientado a una meta.
Tomar en cuenta que una vida permisiva sin metas, apartada de la vida formativa, hará seres humanos sin rumbo, poco productivos, que albergarán ocio y pereza, sin rumbo fijo. Es necesario planificar, prever y reaprender acompañando a los hijos, en todo momento, siendo el inicio del año la época ideal para hacerlo.
Tiempo
Carol de Enríquez, directora Colegio APDE La Villa
Todo hábito en niños pequeños necesita tiempo y el recordarles la meta es normal.
