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El psicólogo con especialidad clínica y organizacional, Juan Carlos Lemus, explica que aunque esta condición tiene síntomas psicológicos también podrían sentirse efectos físicos.
Estos se ven reflejando en un cansancio crónico que parece no desaparecer, dolores de espalda, cintura, cuello, alergias, presión arterial elevada, insomnio y otros que aparecen cuando no se tiene un descanso frente a los diferentes niveles de exigencia.
A nivel psicológico también podría caerse en una conducta depresiva, de resistencia al cambio, déficit de atención e incluso pérdida del deseo sexual. En casos extremos se cae en estados depresivos profundos que podrían llevar incluso al suicidio.
“Cada persona reacciona diferente y algunos soportan más las cargas”, agrega Lemus. Lo cierto es que es posible aprender a llevar mejor el ritmo de vida de hoy.
¿Cómo enfrentar al depredador?
Cuando el agotamiento emocional está instalado es importante aceptarlo y reconocer que se requiere un cambio inmediato que no puede aplazarse más.
El primer paso es detenerse en todo sentido. Quizá aquí puede pensar, ¿cómo hacerlo si no tengo tiempo? Los siguientes pasos le ayudarán.
1. Un respiro
Esta es la manera ideal de recuperarse. Para comenzar podría ser que cada cierto tiempo en su jornada laboral pueda dedicarse por unos minutos a hacer algo diferente. Esto le ayudará a despejarse.
De ser posible coma en un lugar diferente, anímese a dar un paseo a la hora de almuerzo, lea algo o busque una actividad fuera de lo común.
El gran ideal es tomar un descanso. Medite que es importante también dedicarse a su bienestar personal y eso incluye programar vacaciones y resolver otros asuntos importantes en su vida.
2. El ocio
Regálese un tiempo del día para hacer algo que disfrute. Si no tiene un pasatiempo búsquelo.
Durante el fin de semana planifique con frecuencia salidas o paseos en los que entre en contacto con la naturaleza, dentro o fuera de la ciudad. En ese espacio olvídese del tiempo y lo mejor es desconectarse.
3. Visite un psicólogo o un coach de vida
Ayúdese y reconozca que necesita orientación.
La visita a un psicólogo o a un coach de vida podría ser necesario para aprender a organizarse mejor y también para explorar otras formas en la que usted mismo encuentre cómo resolver diversos asuntos.
La finalidad es hacer algunos ejercicios de reflexión en que encuentre respuestas y pruebe tener cambios en sus horarios y responsabilidades.
4. Mantenga una actitud positiva
Reconozca que existen situaciones imposibles de cambiar como el tránsito que enfrentará a diario para movilizarse, y trabaje en aquellos aspectos en los que sí pude intervenir.
En este proceso es indispensable dormir lo suficiente, alimentarse bien y practicar ejercicios constantemente.
5. Otras soluciones
En el trabajo podría hablar con sus superiores para evaluar la carga laboral. En algunas empresas es posible trabajar desde el hogar y tener un cambio de horario.
Priorice las asignaciones de su jornada. Busque una mejor organización para trabajar en equipo y no quedarse con toda la carga encima.
Es importante también evaluar si debería considerar un cambio de trabajo. Podría ser el momento de animarse a un cambio de rumbo, tener u proyecto personal o buscar otro lugar que se adapte más a sus intereses.
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