Las várices son producidas por una insuficiencia venosa superficial o profunda que provoca que se abulten hacia el exterior de la piel y que, además, pueden producir algunos malestares.
“No todas las várices son sintómaticas. Muchas veces, la persona acude al médico cuando siente molestia o cansancio y hay edema, pero, probablemente, no se trate de várices sino de un cóagulo”, comentó Stricker.
Las causas más comunes de su aparición son la obesidad, embarazos recurrentes, pasar mucho tiempo de pie, uso de anticonceptivos, osteoartritis y el paso de los años. También hay factores genéticos. “Hay personas que tiene genética de insuficiencia venosa; es decir, nacen sin las válvulas que ayudan a cerrar las venas y que desencadena hipertensión venosa.
La vena funciona siempre a baja presión para que el corazón no tenga problemas en bombear la sangre”, refirió el experto.
Las várices se catalogan en seis grados: uno, que son las telangiectasias o “arañas vasculares”; dos, várices; tres, edema e insuficiencia venosa; cuatro, tobillos oscurecidos e hinchados, y endurecimiento de piernas; cinco, várices con cicatriz ulcerosa; y seis, úlcera activa.
Intervención
La cirugía endovascular es un tratamiento de ablación de vena en el que se utiliza un láser con intensidad 19-50 —con anterioridad se utilizaba 14-70—. Este fue estrenado en seis pacientes la semana última en Guatemala.
Este método, además de ser ambulatorio, ha resultado ser más eficaz debido a que causa menos daño a la vena y, por tanto, menos efectos secundarios.
Diagnóstico
Desde hace unos 15 años se diagnostica la la patología venosa con dupplex, un ultrasonido que analiza al reflujo de la vena, y que no es invasivo. También se puede utilizar la técnica convencional de pletismografía. Es importante que el diagnóstico lo haga el médico especialista, para que determine el tratamiento adecuado.
Medias
La elastocompresión —uso de medias especiales— es uno de los tratamientos más indicados para casos de várices que no requieran cirugía. Una media elástica es un dispositivo que tiene distintas presiones que deben ser definidas por el especialista, según el paciente. También varía la calidad según el país de fabricación.
Prevención
Las personas que están predispuestas a desarrollar várices deben mantener un peso adecuado, hacer ejercicio con regularidad y evitar pasar mucho tiempo de pie. También se les aconseja ponerse de puntillas cada 15 o 20 minutos. Se ha demostrado que los zapatos de tacón no agravan este problema.
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