“No tenemos que dejarnos llevar por las dietas que encontramos en internet o por los consejos de nuestros amigos, ya que cada uno tiene un metabolismo diferente”, explicó la nutricionista Karin Vásquez, durante El Consultorio, que se transmite por todas las plataformas digitales de Prensa Libre.
Sin obsesiones
De acuerdo con Vásquez, el principal error es preocuparse exclusivamente del peso, pues este depende de muchos factores, como la estatura, la masa muscular y la densidad ósea. “Al cambiar nuestra dieta sin el apoyo de un profesional no solo reducimos grasa corporal, sino que podemos afectar otros tejidos importantes”, añadió.
Otro detalle relevante es la actividad física diaria. “Si una persona quiere estar saludable necesita 30 minutos de ejercicio al día, pero si desea perder peso, tendrá que llevar una rutina supervisada con una mayor duración de tiempo”, enfatizó Vásquez.
Efecto rebote
Entre los efectos colaterales de las dietas rápidas está el efecto rebote, que consiste en subir el doble del peso perdido. “Esto ocurre porque el organismo se enlentece y no quema las calorías de la misma manera como lo haría un cuerpo sano”, enfatizó Vásquez.
Dejar de comer
Un error muy común es dejar de comer o evitar uno o dos tiempos de comida —la cena, por ejemplo—. Este mal hábito lo único que ocasionará es que el metabolismo se vuelva más lento y que la persona suba de peso con más facilidad.
Solo fruta
Consumir frutas todos los días es sano, pero hacer dietas en las que solo se comen estas no es bueno. Estas deben combinarse con carbohidratos, grasas y proteínas. “Las frutas tienen fructuosa y no es bueno abusar de este tipo de azúcar”, comentó Karin Vásquez.
Más proteína
Una dieta popular es reducir el consumo de carbohidratos y aumentar la carne roja, pollo o pescado. Aumentar el consumo de proteína animal puede causar daño renal, pues nuestro organismo trabajará más para eliminar las toxinas de la carne, dijo Vásquez.
Líquidos
Algunas personas optan por consumir solo líquidos por varios días. “La jugoterapia o el consumo de batidos debe estar supervisado por un experto en nutrición, para evitar la deficiencia de nutrientes en nuestros músculos y huesos”, agregó Vásquez.
Papillas
La “dieta del bebé”, que consiste en alimentarse únicamente con papillas, es peligrosa. “Los requerimientos nutricionales de un bebé jamás serán los mismos que los de un adulto. Esta opción solo descompensará el organismo”, dijo Vásquez.
Limón en ayunas
El limón es ideal para hacer un refresco natural o acompañar una ensalada. “Tomar jugo de esta fruta en ayunas todos los días puede ocasionar malestares estomacales producto de la acidez de ese alimento”, comentó Vásquez.
Porciones correctas
Todas las personas tienen que hacer cinco tiempos de comida: desayuno, almuerzo, cena y dos refacciones.
El plato de los tiempos principales debe dividirse así: 50 por ciento de frutas o verduras, 25 por ciento de carbohidratos —pasta, papa, arroz, pan o tortilla— y 25 por ciento de proteína —carnes rojas, pollo, pescado o mariscos—.
Lo ideal es que la persona adquiera la costumbre de comerse primero las frutas y los vegetales, y dejar para de último los carbohidratos y las proteínas.