Sin excusas
Aunque a veces pareciera que es difícil comer saludablemente en el trabajo, es fundamental fomentar buenos hábitos de alimentación. Algunos de estos son aumentar el consumo de frutas y vegetales y reducir el consumo de carbohidratos.
La primera opción es acudir con un nutricionista para que sugiera un menú semanal balanceado, el cual debe prepararse en casa. Con esta medida se ahorrará dinero y se evitarán enfermedades intestinales relacionadas con la falta de higiene de la comida preparada en otros lugares.
Si la persona no puede llevar a la oficina alimentos preparados en casa, debe aprender a elegir platillos bajos en grasa.
Este jueves, a las 9.30 horas, Karin Barquero, nutricionista y life coach, dará consejos para alimentarse sanamente en el trabajo.