Salud y Familia

La intimidad después del parto

Las dificultades para retomar la vida sexual después del parto pueden convertir este momento íntimo en pareja en un auténtico reto.

El cansancio, la falta de tiempo por la dedicación al bebé y el dolor durante la intimidad son las causas principales para rechazar la práctica sexual.

Después de la cuarentena, el cuerpo de la mujer no es igual, además, la dedicación al bebé es absoluta, según abc.es

Cuando encuentra un momento para disfrutar de la intimidad con la pareja, surge el miedo. Según revela SexPlace, más del 74 por ciento de las mujeres tienen miedo de retomar la intimidad después de un parto vaginal.

 

El dolor que se manifiesta, en la mayoría de las situaciones, es el principal problema que, además, desanima a la mujer y la estresa. La explicación a este dolor, según comenta Geri Asenova, responsable de SexPlace, se debe a la resequedad vaginal, motivada por el cambio hormonal que se produce con el embarazo y en el posparto.

Esta situación tiene fácil solución: requiere más paciencia, mimos y cariños por parte de la pareja, y un buen lubricante, que facilitará el acercamiento en la intimidad.

Una vez que se logra con éxito el primer encuentro íntimo después del parto, el miedo desaparece y la vida sexual se recupera poco a poco. En muchas ocasiones desaparecen problemas previos de dolor, debido a la elasticidad que ha adquirido la vagina, a consecuencia del parto.

Un 68 por ciento de las mujeres ven disminuida la líbido durante los meses posteriores al parto. Esto también dificulta  recuperar la vida íntima de la pareja, pues entre los cambios homronales y la falta de tiempo, la mujer ve la intimidad como algo lejano en el horizonte, y prefiere cambiar esta actividad por horas de sueño sin dudarlo, agrega Asenova.

También la depresión posparto relega al último lugar el interés de la mujer por la vida íntima. La experta recomienda ponerse en manos de profesionales para superar el estado mental y emocional.

Asenova destaca que el marido ocupa un papel fundamental en la normalización de las relaciones sexuales después del parto. Es fundamental aumentar las dosis de cariño y comprensión.

La mujer, en un porcentaje elevado, no se siente a gusto con su cuerpo, pues este ha cambiado  y está en plena fase de recuperación. Puede no sentirse atractiva por no tener tiempo para arreglarse o en beneficio del bebé.

Si además ha optado por la lactancia materna, puede tener más molestias, sensibilidad mamaria e, incluso, brotar leche durante la intimidad, algo que resulta incómodo para ambos.

 

“Por eso debemos concienciarnos de que todos estos pequeños problemas existen, pero que se superan y la vida sexual vuelve a ser la de antes e, incluso, en algunos casos, mejor”, concluye Asenova.

Entre las recomiendaciones de Asenova destacan la rehabilitación de la zona con los ya conocidos ejercicios de Kegel, y la variedad de productos existentes para la rehabilitación del suelo pélvico.

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