En Alemania, por ejemplo, una encuesta del instituto germano Forsa indicó que en 2022 algo más de la mitad de los padres en ese país pagaban a sus hijos regularmente una suma así. El monto de esta suma dependió para el 63 por ciento de los padres de la edad de su hijo.
¿Cuánto dinero darles?
El Ministerio de Familia de Alemania y las oficinas de asistencia a jóvenes recomiendan que la suma dependa de la edad y que aumente cuanto más grande sea el hijo.
Por otro lado, recomienda a las familias de menores ingresos hablar abiertamente con sus hijos de por qué reciben una paga menor que sus compañeros. “Hable con sus hijos y explíqueles: ‘No tenemos tanto, pero igual queremos que cuentes con una suma'”, dice Alexandra Langmeyer, directora del grupo “Condiciones de vida y entornos vitales de los niños” en el DJI.
Señala que lo decisivo no es el monto de la paga. Mucho más importante es que los chicos obtengan en intervalos regulares una pequeña suma sobre la cual pueden disponer libremente, ya que la idea de estos pagos es que los chicos aprendan cuanto antes a manejar el dinero.
Esto solo tiene sentido si tienen la posibilidad de administrarlo. De esta forma, los deseos adquieren un valor y los niños notan rápidamente que la suma semanal solo puede ser gastada una vez. Eso significa que, si tienen un deseo más caro, deberán ahorrar.
En qué gastan su dinero los niños
Los padres que no comparten la idea de estos pagos semanales o mensuales suelen decir a los expertos que esas sumas tan pequeñas no sirven para comprar nada de valor. En su opinión, lejos de proporcionarles a los chicos la experiencia positiva de poder satisfacer un deseo, los frustra.
Sin embargo, Christian Heck, del sector de Desarrollo Infantil y Protección de la Juventud de la Oficina de Bienestar Juvenil de Stuttgart, en Alemania, considera que incluso las cantidades más pequeñas tienen sentido.
“Como adultos, a veces nos resulta difícil ver en qué cosas gastan su dinero los niños. Pero esas son justamente las experiencias importantes que les tenemos que permitir”, añade. Según Heck, es mejor que los niños tengan estas experiencias a una edad temprana, con pequeñas cantidades de dinero, que más tarde, con cantidades mayores y sin ningún tipo de recorrido previo.
Los especialistas recomiendan que los padres no prescriban a los niños qué es lo que pueden comprar con su dinero. De acuerdo con el DJI, los niños suelen gastar su dinero de bolsillo en juguetes, revistas y golosinas, mientras que los jóvenes lo hacen en comidas rápidas, salidas y su teléfono móvil. La mayor diferencia entre hombres y mujeres es que las chicas prefieren gastar en ropa y los chicos en su ordenador.
¿Es una buena idea condicionar los pagos?
Una cuarta parte de los padres ata el pago a ciertas condiciones, como buenas notas o determinado comportamiento. Los expertos tienen distintas opiniones a este respecto. Por un lado, creen que el dinero puede ser un incentivo para esforzarse. Incluso en el mundo adulto suele haber premios en dinero por un esfuerzo adicional. Es por eso que se podría trazar un paralelo en este aspecto y concluir que pagar sumas según desempeño tiene también un efecto educativo. Pero, ¿qué sucede cuando el niño saca una mala nota a pesar de haberse esforzado? En esos casos, es posible que el pequeño se sienta doblemente castigado.
Es por eso que a Heck no le parece conveniente atar la suma de dinero a determinadas condiciones. “No asocie la paga semanal a un rendimiento. Recuerde su propia infancia: ¿podía disponer libremente de este tipo de sumas de dinero? ¿Qué le habría gustado comprar con ellas?”, señala. En su opinión, el papel de los padres es acompañar a los chicos en su proceso de aprendizaje, asesorándolos, y poniéndoles en lo posible pocas condiciones y limitaciones.
En su opinión, estos pequeños pasos son importantes para aprender cómo manejarse responsablemente con el dinero. Cree que las personas financieramente competentes son conscientes de que tanto saber manejar el dinero como la independencia económica son importantes para una vida basada en la autodeterminación. Y cuanto antes aprendan esto los niños, mejor.