Su fin es potenciar áreas del lenguaje, la sensorial y la motora del pequeño a través de juegos, masajes y ejercicios, explicó el martes Karin López, terapeuta de Gymboree, en el programa El Consultorio, que se transmite por las plataformas digitales de Prensa Libre.
La experta resaltó que aplicar estimulación temprana en la primera infancia también agiliza el aprendizaje del bebé, fomenta su autoestima y mejora la manera en que se relaciona con su entorno.
“La estimulación temprana se practica desde los 0 a los 5 años y mientras antes se haga mejor. Algunas técnicas auditivas y táctiles pueden aplicarse desde el embarazo”, comentó López.
¿En qué consiste?
Las principales actividades de estimulación son los masajes corporales, el movimiento de extremidades, el sonido de los objetos y el seguimiento visual por parte del bebé, todo guiado por un adulto y sobre una superficie suave, plana y cómoda.
“Es importante que quien vaya a aplicar las técnicas tenga conocimiento de estas o se lleven a cabo en algún centro dedicado a esto”, dijo.
Lo ideal es estimular al bebé al menos una vez al día, y hacerlo cuando se perciba que esté de buen humor, hasta que él lo permita.
“Los bebés ponen atención cuando escuchan música, por eso si cantamos mientras se aplican las técnicas se relajarán y se divertirán más”, aconsejó la experta.
Recomendaciones
De acuerdo con la terapeuta Karin López, de Gymboree, en los primeros 6 meses de vida se recomienda poner al bebé, —por períodos de uno o dos minutos— boca abajo y hacerle masaje. Esto desarrolla los músculos que le servirán para gatear.
También es recomendable colocarle al bebé una toallita o una almohada pequeña enrollada —en su estómago— cuando está bocabajo para que se sostenga y se fortalezcan los músculos del cuello.
Los bebés necesitan repeticiones para aprender. “Las actividades no deben ser tan diferentes una de otra cada día”, explicó la experta. La estimulación temprana fortalece las conexiones neuronales.