Salud y Familia

La dieta mediterránea ayuda a combatir la depresión severa

La dieta mediterránea, conocida por mejorar la salud cardiovascular, reducir los riesgos de la diabetes y aumentar la longevidad, también puede ayudar a combatir la depresión severa, según publicó el martes un estudio de una universidad australiana.

Los expertos descubrieron que un tercio de los pacientes con depresión que fueron sometidos a la dieta mediterránea registraron mejoras importantes en su humor.

Los expertos descubrieron que un tercio de los pacientes con depresión que fueron sometidos a la dieta mediterránea registraron mejoras importantes en su humor.

El consumo de grandes cantidades de frutas, verduras, aceite de oliva, frijoles y cereales como trigo y el arroz, así como cantidades moderadas de pescado, productos lácteos y vino, y más limitadas de carne roja y aves de corral, son parte de las características de la dieta mediterránea.

Un equipo de científicos de la australiana Universidad Deakin realizó pruebas durante tres meses con dos grupos de adultos que padecían depresión.

A los integrantes del primero, los sometieron a un tratamiento de apoyo social, mientras que a los pacientes del segundo, a una dieta mediterránea, reporta la cadena local ABC.

Los expertos descubrieron que un tercio de los que fueron sometidos a la dieta mediterránea registraron mejoras importantes en su humor y en los síntomas de la depresión, de acuerdo a este estudio publicado en la revista internacional BMC Medicine.

En el grupo de los que se sometieron a tratamientos de apoyo social, solo 8 por ciento de los pacientes registraron mejoras en los síntomas, agregó la fuente.

“Ya sabíamos que la dieta tiene un impacto potente en los aspectos biológicos de nuestro cuerpo que afectan los riesgos de depresión”, comentó Felice Jacka, director del Centro de Alimentación y Humor de la Universidad Deakin.

“El sistema inmunitario, la plasticidad cerebral y la microbiota intestinal parecen ser centrales no solamente para nuestra salud física sino también la mental”, agregó Jacka.

Los investigadores destacan la necesidad de diseñar mejores dietas para los pacientes, aunque enfatizaron que estas no deben reemplazar los tratamientos tradicionales como las consultas con los terapeutas y los medicamentos para tratar la depresión severa.  

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