Si desde que son pequeños se les crean rutinas se les hará mucho más fácil organizar, en conjunto con sus padres o bien ellos solos, su horario de estudios por las tardes; es decir, trabajar tareas, ordenar el material que necesitarán para el día siguiente y dejar ordenado en casa su área de trabajo.
Las primeras veces que tengan que organizar su tiempo de trabajo, descanso, comida y juego será necesario que estén guiados por alguno de sus padres o bien el tutor que los acompañe y poco a poco delegar esa responsabilidad de planificación y gestión de tiempo en ellos mismos acorde a sus intereses, siempre con un acompañamiento.
Al llegar a casa, luego de una jornada de estudios, es indispensable un tiempo de descanso y esparcimiento para posteriormente realizar las tareas que hayan sido asignadas, ya sean para el día siguiente o para una fecha posterior.
¿Por cuál empezar?
Uno de los aspectos más importantes al organizarse es tomar en cuenta que la jerarquía de tareas será siempre hacer primero lo que está pendiente para mañana y si hay una tarea que tiene más tiempo puede iniciarse y programar los días que tomará terminarla.
Otra buena idea es colocar primero las actividades que requieran mayor concentración, pues con la mente más despejada se facilitará. A continuación, podrán realizar un ejercicio más sencillo que no requiera tanto esfuerzo, para desconectar un poco de lo anterior. La clave es combinar la dificultad de las tareas para que los estudiantes no colapsen ni se distraigan. Lo idóneo es reservar para el final la actividad que más les guste o para la que más habilidad tengan para acabar la jornada con un buen sabor de boca.
Dentro de la rutina que se calendarizará para sus tardes es clave marcar tiempo de trabajo, tiempo de lectura, tiempo de investigación y consulta, tiempo de refacción, pausas activas cortas, tiempo de organizar materiales para el día siguiente, tiempo de juego; incluso, se puede calendarizar la hora del baño y la cena.
Como papá debe considerar que guiarlos con estas rutinas ayudará a que sus estructuras mentales sean más organizadas y todo lo demás les resulte más sencillo, fácil e incluso divertido.
Tiempo de descanso y ocio
Como ya se mencionó anteriormente, también es importante el tiempo de descanso. Por lo que al terminar las tareas se puede planificar alguna actividad extracurricular o bien un momento para jugar, ver televisión o entretenerse con algún dispositivo electrónico, es importante que desde el principio se establezcan límites en el uso de estos últimos, de 15 a 30 minutos será suficiente.
También se debe contemplar una pequeña refacción a media tarde. Se recomienda a las 16.30 horas para que les refuerce la energía que necesitan, pero sin interferir con el horario de cena.
Recomendaciones
- Disponer de un espacio fijo, cómodo, iluminado y sin distracciones para trabajar: sin televisión, tecnología ni mascotas.
- Contar con los materiales que necesiten: papel, crayones, tijeras, goma, cartón, plastilina, etc.
- Tener un organizador tipo pizarrón, una cartulina o una agenda en la que puedan escribir, leer y consultar las tareas de cada día: pueden hacerlo a diario, semanal o mensualmente si su rutina de estudios así lo determina.
- Actualizar a diario esa agenda y tener la flexibilidad de borrar o tachar lo que ya se ha realizado y terminado.
- Herramientas como un reloj que marque por colores los horarios de trabajo y alarmas que le indiquen cambios de actividad serán un buen recurso.
Fuentes: Gabriela Escobar de Díaz, Educadora y Tutora, Facebook: SchoolShow, WhatsApp 5709-2481. Andrea Tevalán, Educadora, THE TUTOR (tutorías personalizadas en inglés), teléfono 5630-43358, ma.tevalan@gmail.com thetutor@gmail.com
