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La nutricionista Sarahí Quiñónez explica que comer entre comidas es positivo para el sistema digestivo si se trata de consumir alimentos de calidad, que den un balance a la alimentación y energía al cuerpo. Además, hacer cinco tiempos de comida ayuda a distribuir mejor los alimentos que se consumen durante el día.
“Una alimentación balanceada consta de cinco tiempos: tres comidas y dos refacciones. El problema es que nos han acostumbrado a solo desayunar, almorzar y cenar y que, si se consumen alimentos entre esas comidas, podemos subir de peso, pero todo depende del tipo de refacciones que hagamos. Deben ser alimentos bajos en grasa y que nos den energía”, dice la profesional.
Refaccionar tiene la misma importancia que el desayuno, cuando se omite, significa que el organismo pasa mucho tiempo sin adquirir nutrientes, lo cual puede provocar la reducción de nutrientes a nivel sanguíneo y energía en el cerebro u otros órganos, que afectan el estado de ánimo o puede repercutir en otro tipo de enfermedades.
Beneficios
Debido a la ansiedad y estrés que provoca el trabajo del día a día, el cuerpo pide más niveles de azúcares y grasas saturadas, que llevan a consumir alimentos que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. La nutricionista Priscilla Anderson, indica que uno de los objetivos de refaccionar es evitar esos antojos no saludables, porque se mantiene la sensación de llenura y satisfacción todo el día.
Lo ideal es comer cada tres horas, para mantenerse satisfecho y así mejorar las elecciones de alimentos al momento de hacer la comida principal, como el almuerzo o la cena.
Refaccionar también ayuda a bajar de peso, porque cuando solo se come tres veces al día, se incrementan las señales de hambre, sobre todo en la cena, que es el tiempo en donde con más moderación se deben consumir los alimentos.
No hay una refacción más importante que otra, todo depende de su estilo de vida. “Si usted hace ejercicio por la noche, entonces es importante que refaccione antes de cena. O si desayuna muy temprano, es ideal la refacción de la mañana para que no llegue con mucha hambre en el almuerzo”, dice Anderson.
¿Qué alimentos consumir?
“No existe una comida específica para refaccionar, podemos comer cualquier tipo de alimentos, desde cereales, pan, tostadas, frutas, verduras o lácteos. Lo ideal es que no sea en grandes cantidades”, enfatiza Quiñónez.
Para la refacción es recomendable consumir pequeñas porciones o preparaciones de alimentos que incorporen carbohidratos, proteínas y grasas, para que cumplan su función de mantener la energía en el cuerpo y la sensación de llenura. Es común que se coman frutas, verduras, cereales integrales y lácteos, como el yogurt. Anderson recomienda que las porciones o alimentos no excedan las 110 calorías.
Recomendaciones
Las refacciones deben ajustarse a su estilo de vida, por lo que deben ser prácticas, variadas y saludables. Recuerde que lo ideal son las porciones. Tomando en cuenta que son características difíciles de lograr, acá le compartimos algunas ideas que recomiendan las profesionales.
Si dispone de poco tiempo para preparar su refacción, estas opciones son las ideales para usted:
- Manzana verde: 1 manzana verde con 1 cucharada de mantequilla de maní o almendra.
- Semillas o frutos secos: 2 onzas de semillas horneadas.
- Poporopos: 2 tazas de poporopos sin mantequilla.
- Gelatina: 1 taza de gelatina con ½ taza de fruta a su elección.
- Yogurt con fruta: 1 taza de yogurt (de preferencia yogurt griego o natural, que no contenga mucha azúcar) y ½ taza de fruta al gusto. Puede agregarle un poco de frutos secos y 1 cucharadita de miel.
- Barras integrales de proteína, de venta en supermercados.
- Batido de frutas: A 1 taza de leche descremada o de almendra agréguele 1 taza de fruta a su elección. Puede hacerlo con yogurt o agua.
Si le gusta la comida más preparada y variada, puede considerar estos platillos fáciles de preparar:
- Toast con tomate y queso mozzarella: una rodaja de pan tostado (de preferencia integral), con 4 tomates cherry y 1/4 de bola de queso mozzarella. Puede añadir aceite de oliva y albahaca al gusto.
- Rollos de jamón y aguacate: 1 tortilla de harina con 1 rodaja de jamón de pechuga de pavo bajo en grasa y ¼ de aguacate.
- Pan sándwich con atún: ½ lata de atún en agua, ¼ de aguacate y dos rodajas de pan sándwich integral.
- Toast de aguacate: A 2 rodajas de pan integral tostado unte ¼ de aguacate. Agregue 1 huevo duro en rodajas.
- Pizza fit: 2 tortillas de harina integral y a cada una agregar 1 cucharadas de queso mozzarella semidescremado y 1 rodaja de jamón de pechuga de pavo bajo en grasa.
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