Salud y Familia

Imágenes médicas: representan el corazón de un correcto diagnóstico

Las imágenes médicas permiten detectar enfermedades no visibles a simple vista, facilitando diagnósticos rápidos.

La interpretación de las imágenes médicas depende del ojo humano especializado y puede estar sujeta a errores.

(Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La interpretación de las imágenes médicas depende del ojo humano especializado y puede estar sujeta a errores. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Peralta, mi médico de la infancia, era un hombre de mediana edad, amable pero parco, con unas gafas Browline que definían más y enmarcaban su rostro. Su clínica era un lugar limpio, aséptico, con olores que aún conservo en la memoria. Conocía mi historia, así que eran superfluos los preliminares. Dos o tres preguntas y luego a examinar. Momento de reflexión. Después iba receta en mano rumbo a la farmacia. Claro que había análisis clínicos y rayos X, pero aquello se dejaba para “ocasiones meritorias”. 

En siete décadas la Medicina ha hecho progresos formidables. Hoy me referiré a las imágenes médicas. Estas aparecieron en 1895, cuando Roentgen logró ver los huesos de la mano de su esposa, anillo incluido.

Actualmente son comunes las imágenes por ultrasonido, tomografía computarizada, resonancia magnética, etc.  Vale la pena reflexionar sobre las ventajas y limitaciones de estas técnicas en la exploración de los órganos internos del cuerpo.  

En primer lugar, hay que reconocer su uso en la detección de anomalías o enfermedades que no son evidentes a simple vista, condición necesaria para un diagnóstico rápido y oportuno. Sin embargo, en muchos casos las imágenes no son concluyentes por sí mismas. Para que sean útiles debe seguirse rigurosamente una serie de pasos que garanticen su calidad. Después, su interpretación, a pesar de la ayuda de la inteligencia artificial, sigue dependiendo del ojo especializado. Ambos aspectos son humanos, y los humanos pueden equivocarse. 

Segundo: en condiciones promedio, las técnicas para obtener imágenes clínicas son seguras. Las nuevas tecnologías y el procesamiento digital de la información hacen que el nivel de exposición del paciente sea menor. No obstante, también implican riesgos potenciales. El criterio básico es de naturaleza ética: un estudio debe proponerse si los beneficios para el paciente superan los riesgos, que incluyen las consideraciones económicas de su costo. 

Por último, la especialización de la Medicina y las características de nuestro sistema de salud hacen que un especialista no siempre esté enterado de lo que hacen otros. Cada uno puede solicitar para un mismo paciente estudios radiológicos justificados, pero que sumados se vuelven preocupantes, porque sus efectos pueden ser acumulativos y manifestarse años más tarde.  

Como pacientes, debemos estar informados y ser conscientes de las necesidades y riesgos potenciales de los estudios, en especial de los prolongados. Mayor cuidado requieren los niños, pues son más vulnerables. Como padres debemos llevar registros de sus exámenes e informar de ellos al personal de salud que nos atienda.  

 “Un estudio debe proponerse si los beneficios para el paciente superan los riesgos”

*Docente e investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Galileo