“Las arterias llevan la sangre con oxígeno del corazón hacia todo el cuerpo, mientras que las venas son las encargadas de regresar esa sangre hacia el corazón. Las venas del ano son las únicas que no tienen válvulas, que ayudan al flujo sanguíneo, por lo que es más fácil que se dilaten e inflamen”, explica Héctor Luna, cirujano endoscopista.
Existen dos tipos de hemorroides. Las más comunes son las internas, que se forman justo encima de la unión entre el ano y el recto, llamada unión anorrectal; y las externas, que se forman debajo de esta unión. Ambas pueden permanecer en el interior del ano o sobresalir.
Síntomas de las hemorroides
El principal síntoma de las hemorroides es sangrado mientras se defeca, por lo que es común que un paciente con las venas del ano dilatadas vea sangre en las heces o en el papel higiénico. si esto ocurre, se recomienda visitar al médico lo más pronto posible, para descartar enfermedades graves. También se puede sentir un bulto duro y doloroso alrededor del ano.
En la zona que rodea el ano se siente dolor, picazón y ardor; así como dolor al defecar. Algunas personas también sienten que los intestinos están llenos después de ir al baño, indica Carlos Solís, médico internista.
Las hemorroides se clasifican en cuatro fases. En la primera, hay pequeñas inflamaciones dentro de la pared del ano que no son visibles; en la segunda fase, su tamaño aumenta, pero siguen sin ser visibles.
En la tercera, aparecen fuera del ano, pero pueden volver a insertarse fácilmente y se llaman hemorroides prolapsadas. En la cuarta fase no pueden expulsarse, son muy grandes y permanecen fuera del ano. Las hemorroides en estas dos fases necesitan cirugía.
¿Por qué salen las hemorroides?
“Hay muchas causas de la dilatación de las venas anales. La principal es el aumento de presión transabdominal. Por ejemplo, en personas estreñidas que tiene que hacer mucha fuerza para defecar, por lo que aumenta la presión dentro de las venas y se dilatan”, comenta Luna.
Otra causa es el embarazo, ya que en esta etapa se genera presión dentro del abdomen y por ende presión en las venas hemorroidales. También en personas con cirrosis es común esta enfermedad, ya que hay presión en las venas que están antes del hígado, lo que causa dilatación en las venas del ano.
Casos de diarrea crónica, estreñimiento crónico y el esfuerzo excesivo al defecar dilata las venas del ano. También aquellas personas que levantan mucho peso hacen fuerza en esta área, por lo que se pueden generar hemorroides. Así mismo, quienes pasan mucho tiempo sentados.
Su relación con el uso del celular en el baño
Las hemorroides son comunes en personas entre 30 y 50 años. Sin embargo, en los últimos años se ha visto incidencia en los jóvenes. Esto podría ser por malos hábitos alimenticios, como exceso de alimentos irritantes, café, chile, alcohol, beber poca agua, así como llevar una vida sedentaria y permanecer mucho tiempo sentados.
Una de las causas de que más jóvenes y adultos jóvenes sufran de hemorroides se relaciona con el uso prolongado del celular mientras se está en el baño. Esto debido a que pasar varios minutos sentado en el inodoro, ya que no se tiene un soporte como en una silla, genera presión en las venas, por lo que con el tiempo las puede dilatar y provocar sangrados. Además, mientras se está en esta posición se hace presión en dicha zona, por lo que las venas se podrían dilatar.
Sin embargo, hasta el momento no hay evidencia científica que compruebe que esta sea motivo de la enfermedad.
Remedios caseros para las hemorroides
Las hemorroides grado uno y dos se pueden tratar con medicamentos que ayudan a recuperar el tono de las venas. También se recomienda el uso de toallas húmedas y baños de asientos, para disminuir la inflamación. Los médicos recomiendan que, al notar un sangrado, se consulte a un especialista, para recibir un diagnóstico y descartar enfermedades graves.
María José Ovalle, terapeuta en medicina natural y coaching en salud holística, aconseja algunos remedios caseros para las hemorroides:
- Baños de asiento con manzanilla y apazote. Se pone a hervir cinco litros de agua y los manojos pequeños de las plantas lavadas. Se tapa y se deja que se enfríe. Después se agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio y se realizan los baños de asiento en una palangana que sea de uso exclusivo. Hacerlo todos los días.
- Emplastos o cataplasmas de gel de sábila y hoja de geranio. Se parte el cristal de la sábila, ya limpio, se toma una hoja de geranio y se hace una pasta. Este se coloca en el área con un algodón y se deja de 20 a 30 minutos, luego se retira. Repítalo una vez al día.
- Infusiones con plantas medicinales. La sábila, apazote, milenrama, hamanelis, romero, albahaca verde o morada, zarzaparrilla, ruda, sauco, cardo mariano, boldo, ciruela pasa, ortiga, alfalfa, fenogreco, bolsa de pastos, consuleda, arándanos y ciprés, son útiles para esta enfermedad. En una taza de agua, se pone a hervir dos cucharadas de una planta durante cinco minutos. Se toma tres veces al día. Puede combinar las plantas, si así lo desea.
- Ungüento con plantas de uso tópico. Con glicerina sin olor, se coloca la maceración de aceite de oliva con una de las plantas antes indicadas. Se aplica con un algodón dos veces al día o después de defecar.
