El portal alemán “Gutes Sehen”, especializado en todo lo relacionado con la vista, señala que desde la pandemia de coronavirus se produjo un auge del ciclismo y por eso destaca la importancia de divulgar medidas para proteger los ojos.
Gafas con graduación
Lo que podría disuadir a algunos ciclistas con problemas de visión de usar gafas deportivas es pensar que no están disponibles con lentes graduadas. Pero hay modelos especiales con lentes graduadas o progresivas. Asimismo, se pueden fijar las lentes graduadas con abrazaderas.
También es importante el color de las lentes protectoras. Mientras el naranja y el rojo hacen el entorno más contrastado, el marrón aumenta la protección para las personas sensibles a la luz. En tanto, las lentes amarillas iluminan los entornos oscuros.
Las categorías antirreflejos sirven de orientación para los ciclistas: la número 1 o la número 2 suelen ser buenas, tanto para días nublados como soleados.
Las gafas normales son poco adecuadas
La situación suele ser diferente con las gafas normales o las de sol. Estas dejan pasar demasiada luz o tienen un tinte demasiado oscuro, lo que puede convertirse en un peligro en condiciones de luz que cambian rápidamente. Además, los ciclistas más veloces tienen que lidiar muchas veces con molestas ráfagas de viento que se cuelan por detrás de las lentes.
En cambio, las gafas deportivas tienen una forma que permite llevarlas cómodamente bajo el casco. También están hechas de material sintético resistente, en lugar de cristal y metal.
En caso de duda, se puede acudir a un óptico especializado en gafas deportivas, quien sabrá asesorar correctamente al respecto.