Cómo integrantes de Fundación Amigos contra el Cáncer, Fundecán, a través de los años no dejamos de sorprendernos y motivarnos al compartir con tantas mujeres que a pesar de haber sido diagnosticadas con cáncer de mamá, siguen adelante luchando con coraje y motivadas por el amor a la vida y por su familia.
Hemos compartido con ellas sueños, alegrías y tristezas; esas experiencias que nos han enseñado han sido enriquecedoras porque nos han mostrado qué en la vida todos nacemos con un propósito que muchas veces lo descubrimos, por una enfermedad, por una promesa hecha a Dios de poder devolver con servicio lo que nos ha sido otorgado.
Nos ha devuelto la confianza en la bondad del ser humano para llevar consuelo a tanta persona, que ante la adversidad necesita ayuda moral, espiritual y sobre todo amor.
A pesar de la pandemia mundial que nos ha tocado enfrentar, agradecemos de corazón a las personas individuales, empresas y medios de comunicación, que siguen extendiendo su mano para unirse a nuestra misión de dar Esperanza de vida por un acto de amor.
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El sistema de salud en Guatemala no permite apoyar a las personas con padecimientos crónicos en su totalidad, es por ello que cuando una paciente recibe la noticia de tener cáncer de mama, lo asocia rápidamente con una muerte segura, pues los costos elevados de tratamientos, medicamentos, cirugías y seguimiento para vencer la enfermedad, está fuera de sus posibilidades.
En Fundecan, hemos tenido casos innumerables de pacientes que han sido apoyadas con tratamientos de radioterapias, conocer sus historias de vida y las situaciones familiares que deben enfrentar en medio del proceso, hace admirar a cada persona a quienes servimos con mucho amor y entrega.
Mujeres jóvenes que empiezan una vida, madres con hijos pequeños que dejan de amamantar, madres solteras, esposas que tienen a su lado a un hombre machista, estudiantes que abandonan sus metas, mujeres que no llegan a tiempo y no logran vencer la enfermedad, son problemas sociales que se evidencian en alguna historia de vida, pero a pesar de ello; la lucha es evidente porque todas quieren curarse, todas anhelan tener acceso a atención médica, así como a sus tratamientos.
A todas esas guerreras con amor queremos compartirles estas líneas, tomadas de una Bendición Irlandesa: “Que los caminos se abran a tu encuentro, que el sol brille sobre tu rostro, que la lluvia caiga sobre tus campos, que el viento sople siempre a tu espalda, que guardes en tu corazón con gratitud el recuerdo precioso de las cosas buenas de la vida”.
*Representantes de Fundecan