Ese es el proyecto en el que ha venido trabajando el Consejo Nacional de Investigación de Italia con ayuda de científicos de otros seis países, financiado por la Unión Europea, que podría, en cuestión de minutos, predecir ciertos malestares.
A través de escáneres 3D, cámaras multiespectrales y sensores de gas, el espejo, llamado Waze Mirror, puede hacer una evaluación del estado de la salud de quien refleja el espejo. Utiliza herramientas que le permiten examinar la cara de la persona, analizar su tejido graso y estudiar sus expresiones faciales, además de su tonalidad.
El software busca marcadores que revelen estrés o ansiedad, mientras que los sensores de gas toman muestras del aliento del usuario para detectar factores como la ingesta de alcohol o el consumo de cigarrillo. Además, puede analizar la pérdida o ganancia de peso y las cámaras pueden estimar los niveles de frecuencia cardíaca o de hemoglobina.
Después de este análisis, que tarda solo un minuto, el espejo genera una especie de puntuación de su salud, al tiempo que le da varios consejos para mejorarla.
El objetivo es que en unos años este dispositivo permita obtener logros en los índices de salud pública, específicamente, para prevenir enfermedades como la diabetes o cardiacas.
“La prevención es el método más viable para reducir la carga socio-económica de las enfermedades crónicas y degenerativas, como las enfermedades cardiovasculares y metabólicas”, dijeron los líderes del proyecto al portal New Scientist.
Los ensayos clínicos empezarán a hacerse en el 2016 en tres sitios de Francia e Italia, donde se compararán las lecturas del Waze Mirror con los dispositivos médicos tradicionales.