El cáncer pulmonar se origina cuando las células malignas crecen en el tejido del pulmón de manera acelerada y pueden invadir otros órganos como el pulmón aledaño, hígado, ganglios linfáticos, huesos y cerebro. Afecta más a hombres que mujeres.
Se calcula que el 50 por ciento de todos los cánceres son prevenibles. El otro 50 por ciento se deriva de alteraciones o mutaciones genéticas, por lo que algunos de los casos de cáncer pulmonar puede desencadenarse a cualquier edad, aunque se diagnostica, en su mayoría, en personas de la tercera edad.
“Si nunca en su vida ha fumado, no debe pasar por alto síntomas como tos persistente o dificultad respiratoria”, recomendó Castillo.
1.4 millones de personas en el mundo mueren al año por cáncer de pulmón; 90 por ciento los casos se diagnostican en etapa avanzada.
Ante las primeras señales de alerta, se debe consultar al médico, quien determinará los factores de riesgo, como familiares y laborales. También someterá al paciente a exámenes como tomografía de tórax contrastada, para detectar alguna lesión, y toma de biopsia, para definir la etapa de la enfermedad y tratamiento.
“Aunque el cáncer de pulmón es altamente letal, hay oportunidad de salir adelante. Lo importante es dejar de fumar”, concluyó la oncóloga, quien recordó que cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco, con el objetivo de alertar sobre los daños que causa el cigarrillo.
Síntomas
Una de las principales señales de cáncer de pulmón es tos persistente, que puede ser con expectoración o hemoptisis —con sangre—. También produce dificultad respiratoria, falta de aire, pérdida de peso sin causa aparente o dolor en alguna parte del cuerpo. En algunos casos se ve afectado el sistema de nervioso central y se originan convulsiones y alteración del estado de alerta.
En riesgo
Los fumadores tienen 20 veces mayor riesgo de desencadenar cáncer de pulmón. Se recomienda calcular el índice tabáquico, el cual consiste en multiplicar el número de cigarrillos que se fuma al día por los años que se ha fumado. El resultado se divide entre 20. Si la cifra es arriba de 30, el riesgo de padecer esta enfermedad es alto. Si es de 10 a 20, este es moderado.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la etapa. Si se diagnostica de manera temprana, el paciente se puede someter a cirugía y quimioterapia. En la etapa 3, se puede recurrir también a la radioterapia. Para la etapa 4 o metastásica —células malignas afectan otros órganos— está la medicina personalizada, fármacos orales diseñados según las características individuales y moleculares del paciente.
Prevención
Es fundamental dejar de fumar, evitar la exposición al humo de segunda mano y a sustancias tóxicas. Es importante llevar un estilo de vida saludable —dieta equilibrada y ejercicio—. Según las características biológicas del tumor, si el paciente no abandonó el cigarrillo y no adoptó hábitos de vida sanos, el paciente no responderá a las terapias y tendrá mayor riesgo de que el cáncer reaparezca.