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La situación actual ha obligado a muchas parejas que no compartían un hogar a estar separadas; lo que las ha llevado a preguntarse si es momento de dar el paso y pasar el confinamiento juntos; sin embargo, expertos opinan que es necesario poner la relación bajo la lupa antes de tomar la decisión y, por supuesto, haber hecho una cuarentena previa para asegurarse de que ninguno de los dos se ha contagiado de covid-19.
De acuerdo con el psicólogo tiene que ver con un tema del que regularmente se habla y eso es el amor, que para él es el tema principal.
“Uno debe sentirte bien con la persona, saber que se tienen ciertas cualidades que les permiten coincidir en ciertos espacios. Además, debe haber mucha tolerancia”, comenta el experto en salud mental.
El psicólogo Estuado del Águila comenta que, aunque el amor es importante, cuando dos personas planean vivir juntas deben considerar los patrones de crianza, ya que estos pueden ser una fuente de conflicto si llegan a chocar.
“Lo más probable es que cada uno traiga patrones de crianza diferentes y muchas veces estos chocarán. Un ejemplo es que quizás uno está acostumbrado a comer en la mesa en familia, mientras que el otro lo había frente al televisor en la sala o en su dormitorio. El punto es comenzar a encontrar los equilibrios como pareja”, recomienda Del Águila.
Lo mejor es que antes de dar el paso cada uno tenga un diálogo interno para analizar la motivación detrás de esa decisión: es por complacer a su pareja, porque quieren estar juntos durante el aislamiento, por presión social, porque quiere salir de casa o realmente desea formar un hogar.
Al tener eso en cuenta, también vale la pena conocer qué idea tiene cada uno sobre el compromiso, de la vida juntos y de lo qué esperan a futuro de la relación.
Antes de mudarse juntos hay que hablar de sentimientos y emociones, de finanzas, de sexualidad, de los hijos -o la posibilidad de tenerlos-, de las prioridades de vida individuales y en pareja; además de establecer normas de convivencia, para evitar los choques de los patrones de crianza mencionados por Del Águila.
Muchos basan sus planes en el tiempo que han tenido de noviazgo, pero para vivir con alguien lo primordial es la aceptación mutua, dice el psicólogo.
Comunicación asertiva
Claro que puede haber temor de perder la individualidad o de descubrir comportamientos que desagradan de la otra persona, pero exteriorizarlo y hacerlo saber a la pareja ayudará a mejorar la relación, y evitará conflictos futuros.
“Debemos comunicar y expresar los aspectos positivos y negativos de forma adecuada”, indica Del Águila.
Esta es una decisión de dos. Si uno en la pareja está indeciso será mejor desistir hasta estar plenamente convencidos de que despertar a diario uno frente al otro es lo que se quiere.
“Si la persona no quiere iniciar este proceso es porque posiblemente tiene planes personales o no es su deseo. Cuando presionamos, no siempre obtenemos los planes deseados”, dice el psicólogo.
De acuerdo con Del Águila, dos ingredientes que no puede faltar antes de comenzar la vida juntos es que cada uno sienta amor propio y tenga autoconocimiento. De esta forma se puede estar seguro de que los motivos para emprender la aventura de compartir un hogar, se hace por las razones correctas.
“Muchos creen que el amor es algo que alguien más nos dará, pero las parejas sanas se establecen a partir de que cada uno por su lado esté equilibrado y consiente de quien es y de lo que busca. No puedo pedirle a alguien que me dé, algo que ni yo me estoy dando. Eso se aplica al amor”, comenta el experto.
Habilidad para resolver conflictos
La psicóloga Natalia Gurdián, especialista en terapia de pareja, agrega que la parte económica también se debe tomar en cuenta al momento de mudarse juntos, porque esto puede generar conflictos, roces o estrés.
Gurdián manifiesta que en su práctica de salud mental ha encontrado casos de personas que buscan llevar a cabo acciones como mudarse juntos o tener un hijo como medida para arreglar la relación; sin embargo, esto puede funcionar solo al principio mientras es una novedad, pero con el tiempo los problemas regresarán.
Por otro lago, las parejas que demuestran que son capaces de resolver sus conflictos y hacen sentir a los involucrados escuchados y entendidos, tienen mejores probabilidades de tener éxito si se mudan juntos.
“Las parejas que no resuelven los problemas, sino que dejan que el tiempo pase y lo entierran, se enfrentan a un reto grande si comparten un hogar, ya que será más difícil darse espacio mientras esperan que la relación regrese a la cotidianidad. En ese caso las parejas deben mejorar su habilidad para resolver sus conflictos antes de dar ese paso”, argumenta Gurdián.
La experta en salud mental recomienda a las personas que antes de decidir vivir juntos lleven a cabo alguna actividad que requiera mucha convivencia como tomar una clase juntos o viajar, de esta manera tendrán una probada de compatibilidad.
Gurdián también recomienda que las personas se aseguren de no tener situaciones no resueltas que puedan afectar a la relación de pareja cuando vivan juntas.
“Hay que evitar que alguno de los dos viva con su familia de origen y no tenga resuelta alguna situación, por ejemplo, que sea responsable de algún pariente y luego esto sea fuente de conflictos. No digo que una persona no pueda mudarse con su pareja si está en esa situación, pero es importante que se evalúe que no creará roces”, comenta Gurdián.
Asimismo, ante cualquier inseguridad que sienta alguna de las dos personas involucradas en la relación, Gurdián señala que la búsqueda de terapia puede ser de ayuda para aclararlas, aunque sentarse a reflexionar y escribir las inquietudes también puede funcionar.
Ambos expertos coinciden en que no hay un tiempo específico en el que se puede considerar que ya se está listo para dar el salto hacia una vida juntos, ya que cada relación es distinta y hay casos de éxito en parejas que no esperaron mucho, mientras que también se conocen fracasos de aquellas que tomaron un “tiempo prudente”.
Siete preguntas
Una buena guía es la que se publicó en Prensa Libre en agosto del 2017 y que incluye siente preguntas sobre las que hay que reflexionar antes de empezar a buscar el nuevo “nido de amor”.
- 1 ¿Quién pagará las cuentas?
El tema de las finanzas es importante discutirlo porque no se vive solo de amor. Sostener un hogar implica pago de vivienda, servicios y alimentación. Quizá haya que limitar algunos gustos personales para ahorrar algo de dinero para gastos comunes. Si ambos trabajan hay que repartir los pagos para no cargarlos a una sola persona y hacer un presupuesto.
- 2 ¿Dónde viviremos?
La pareja necesita su propio espacio, y debe ponerse de acuerdo sobre dónde vivirá, en la distribución del espacio; incluso, en la decoración. También deben buscar un lugar que se adapte a sus necesidades, por ejemplo, cerca del lugar donde trabajan. También deben evaluar si alquilarán o comprarán alguna propiedad, según sus ingresos. Esto deben considerarlo en el presupuesto.
- 3 ¿Qué hay de nuestra vida íntima?
La sexualidad es parte importante de la conexión entre la pareja, y si las necesidades de uno no coinciden con las del otro puede ser un problema.
Debe haber un diálogo para establecer cómo vivirán su intimidad para evitar discusiones en la alcoba. La pareja tiene que ser abierta a decir con qué se sienten cómodos, qué les gusta y qué les satisface.
- 4 ¿Tendremos hijos?
Además de conversar si se desea procrear, y cuántos hijos, hay que conocer lo que cada uno piensa de la paternidad.
Si alguno no quiere ser padre, se debe llegar a un acuerdo. Si no cede, se debe evaluar si estar juntos es lo mejor, pues este es un tema que puede causar conflicto. O bien, hablar de cuánto tiempo deben esperar para ver si deciden tener hijos o no.
- 5 ¿Cómo los educaremos y qué religión tendrán?
Si la decisión es tener familia, es fundamental hablar sobre la manera en la cual los educarán, bajo qué normas, ideología, creencias, conductas y religión, especialmente si los padres no comparten la misma fe.
Son temas que deben pensarse con la cabeza y justo antes de pensar en tener familia pues se trata del bienestar de alguien más.
- 6 ¿Y las tareas de la casa?
Quizá se vea como superficial, pero la distribución de las tareas del hogar es necesaria.
Hay que designar quién se encargará de la cocina, de lavar la ropa, de limpiar el baño y el resto de la casa, especialmente si ambos trabajan. Así podrán disfrutar de más tiempo juntos y de estar en casa.
En este punto cabe acordar si tendrán mascotas o no, y quién las cuidará.
- 7 ¿Con quién pasaremos las fiestas?
Cuando una persona se une o se casa, también lo hace con la familia de su pareja. Es conveniente, entonces, llegar a un acuerdo acerca de las visitas a casa de los padres, si se continúa con las tradiciones familiares, establecer dónde pasarán los días festivos, cumpleaños o fiestas de fin de año.
La persona no debe suponer que sus amigos son del agrado de su pareja. Hay que hallar un punto medio sobre las visitas y salidas con amistades.