De acuerdo con Ramírez, a los 7 o 14 años de edad, un niño o adolescente no tiene tanta consciencia de lo que desea a largo plazo, pero los adultos tienen la responsabilidad de enseñarles el camino correcto. “No es bueno sobreprotegerlos ni evitarles fracasos. Ellos deben aprender a superar sus propios errores”, agregó la también motivadora.
A los 21 o 28 años, una persona ya tiene que haber decidido cómo será su vida académica, laboral y familiar, pero eso también implica que en algún momento tenga que cambiar de meta.
En ese sentido, Ramírez recomendó no tener miedo al fracaso y detenerse un momento para analizar qué se hizo mal, con el objetivo de reorientar el camino.
Nunca es tarde
A criterio de Ramírez, es bueno escribir nuestros objetivos a futuro desde niños. Eso garantizará caminar con un rumbo establecido. Nunca es tarde para empezar. “Podemos comenzar con este hábito a los 35, 40 o 60 años. Lo importante es decidir que el cambio empieza hoy”, enfatizó.
¿Usted es de los que todos los años se plantea objetivos? Ese es un buen hábito, pero no hay que hacerlo por moda, dijo Ramírez. “Lo ideal es establecer un lapso para bajar de peso, ir al gimnasio, ahorrar, etcétera y no pasar los 12 meses tratando de alcanzar todos los propósitos a la vez”, añadió.
Metas
- Plano físico. El plan de vida debe incluir la salud física, puesto que un cuerpo libre de enfermedades nos da fuerza para trabajar y estudiar.
- Plano emocional. Los propósitos deben abarcar el equilibrio de las emocional, a fin de que la persona pueda relacionarse mejor con su entorno.
- Plano mental. En este aspecto se incluyen los procesos cognitivos, que nos ayudan a desarrollarnos.
- Plano espiritual. Sin importar la creencia religiosa, el humano debe estar en armonía con un ser superior, para poder superar las pérdidas y los duelos.
Enemigos
- El primer obstáculo que se debe superar para alcanzar una meta es el miedo al fracaso, pues la persona no sabe si logrará lo que desea.
- También hay que erradicar de nuestros pensamientos la culpa. Esta no deja que avancemos y por lo tanto volvemos a cometer los mismos errores.
- Los objetivos son individuales. No se debe hacer comparaciones con los propósitos de familiares o amigos.
Qué hacer
- Buscar metas que satisfagan los deseos internos, es decir, buscar aquello que siempre hemos querido para nuestra vida.
- Pasar del deseo a la acción. Esto significa que no sirve de nada querer algo si no se toma la decisión de empezar.
- La automotivación es fundamental. Uno es el único responsable de alcanzar o no una meta. Es un error esperar que familiares o amigos nos motiven para lograr cierto propósito, ya que solo nosotros sabemos si lo estamos logrando.