Nuestro deseo de triunfar profesionalmente hace que perdamos el balance entre lo personal y laboral. Por ello, los expertos recomiendan marcar límites y establecer prioridades, ya que al lograrlo se generan efectos positivos en la salud física y mental.
“Ahora el teletrabajo y las nuevas tecnologías ha hecho que los empleados tengan que estar disponibles las 24 horas del día. Aunque no sea horario de su jornada laboral, debido a que están en casa, tienen que poder responder un correo o una llamada de su jefe, pero esto genera más estrés y ausentismo en los trabajadores”, afirma Juan Carlos Ortega, psicólogo industrial.
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Cuando los empleados logran un balance entre los quehaceres del trabajo y su vida personal se obtienen cambios positivos, por ejemplo, más lealtad y entusiasmo en sus obligaciones, más productividad y mejor estado de ánimo.
Ya sea que usted no se ha animado a compartir su tiempo entre el estudio o el trabajo; o siente que las horas del día no le alcanzan para continuar haciendo ambas cosas, estos siete puntos le ayudarán a que un ámbito de su vida no sea una carga para el otro.
Tener un horario
Gabriela Solís, coach de vida, explica que cuando se habla de balance personal y profesional nos imaginamos que tenemos un día muy productivo en el trabajo, salimos a tiempo y luego dedicamos la tarde -o la noche- a los estudios. Sin embargo, no siempre será así. Habrá semanas en las que cualquiera de los dos tendrá que variar y ser una prioridad.
Para evitar la frustración es vital crear un horario cada semana, o cada mes, en el que logre identificar los días en los que podría aumentar la carga laboral o las tareas de estudio, así como colocar las fechas importantes. De esta forma podrá organizarse mejor y balancear su tiempo.
Además, trate de realizar todas las tareas con tiempo. Es decir, divida las tareas del día en horarios, calculando que le dé tiempo de trabajar y estudiar.
Ser proactivo
Ser proactivo significa prepararse para posibles situaciones futuras. Para lograrlo lleve un control de fechas importantes en un calendario que le permita hacer modificaciones constantemente. Cada anotación debe guiarlo a sus estrategias de gestión del tiempo y ayudarlo a garantizar sus objetivos.
Para lograr un balance adecuado se recomienda evitar la procrastinación, ya que de esta forma podrá cumplir con los tiempos establecidos.
Mantener el enfoque
Cuando decida incursionar en los dos ámbitos, trabajo y estudio, es vital visualizar una meta, esta puede ser terminar la maestría, la carrera o conseguir un ascenso en su trabajo. Es esencial tener claro qué es lo que lo motiva a alcanzar su objetivo principal, ya que le servirá como motor y a mantenerlo concentrado cuando se sienta frustrado o con altibajos emocionales.
Dedicar tiempo libre
Aunque sienta que su agenda ya no da para más actividades, siempre busque espacios en los que la prioridad sea usted. Cualquier día de la semana trate de hacer algo que lo motive y llene de energía, quizá reunirse con amigos, leer su libro favorito o ver una serie.
Ese tiempo de descanso le ayudará a recargar las energías y comenzar de nuevo con más ánimo, además de que es de beneficio para su creatividad y productividad.
Desconectarse
Los mensajes en WhatsApp o el correo electrónico del trabajo pueden esperar mientras esté en sus clases. Para ello es importante establecer prioridades. Si de 17 a 21 horas se dedica a su maestría o licenciatura, entonces lo laboral estará en pausa. Hacer esta separación le ayudará a evitar estrés y a no descuidar su meta principal.
Hábitos de estudio
Si está iniciando a estudiar y trabajar es recomendable crear hábitos de estudio que lo ayuden a llevar esta nueva rutina. Lo más simple es lo que más ayuda, aseguran los profesionales, así que no dude en preparar un área para recibir sus clases cómodamente, reduzca las distracciones, organice sus tiempos para repasar las lecciones ya aprendidas y establezca metas respecto a sus nuevos conocimientos.
Adiós al perfeccionismo
Más que buscar el perfeccionismo tanto en el trabajo como en lo personal hay que darle la bienvenida a la excelencia, que no es lo mismo. En ambos espacios trate de dar lo mejor de sí, pero no se frustre si algo no sale como quería o si no obtiene la mejor nota del salón. Lo importante es entender el conocimiento y no memorizarlo y eso no siempre se refleja en una nota de curso.