El estudio se realizó en 565 niños nacidos en Nueva Zelanda en 1972 y 1973, una época en la cual el combustible aún contenía plomo. Este país tenía entonces una de las gasolinas con mayor cantidad de plomo del mundo.
Los participantes en este estudio fueron monitoreados regularmente desde el nacimiento hasta los 38 años para evaluar sus capacidades cognitivas como el razonamiento y la memoria.
Los investigadores de la Universidad Duke en Carolina del Norte realizaron un análisis de sangre a los 565 niños cuando tenían 11 años para medir los niveles de plomo.
Los que tenían más de 10 microgramos del metal por decilitro de sangre tenían en promedio, a los 38 años, un CI 4.25 puntos inferior al de los participantes que estuvieron menos expuestos a esta neurotoxina en su infancia.
Los niños que tenían más de 10 microgramos de plomo por decilitro de sangre también registraron cuando eran adultos una disminución de su CI con respecto al de su infancia.
El estudio determinó que cada 5 microgramos de plomo en la sangre, una persona pierde alrededor de 1.5 puntos de CI.
Los niños en el estudio tenían un contenido promedio de plomo en sangre de 10.99 microgramos/decilitro de sangre a los 11 años, un nivel ligeramente superior que el considerado preocupante.
Según a OMS, entre las principales fuentes de contaminación ambiental de plomo destacan la explotación minera, la metalurgia, las actividades de fabricación y reciclaje y, en algunos países, el uso persistente de pinturas y gasolinas con plomo. También puede contener plomo el agua potable canalizada a través de tuberías de plomo o con soldadura a base de este metal.
Actualmente, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ubican el umbral de alarma en 5 microgramos/decilitro, un nivel que el 94 por ciento de los niños superaba en el estudio.
Las autoridades sanitarias estadounidenses señalan también que ningún contenido de plomo en la sangre, por pequeño que sea, es inofensivo en los niños.
La gasolina con plomo fue retirada gradualmente del mercado en Estados Unidos y Nueva Zelanda entre mediados de 1970 y mediados de la década de 1990, pero todavía se utiliza en algunos países de Asia y Medio Oriente.