Las axilas, la ingle y la zona genital se ven especialmente afectadas, pero también la piel bajo el pecho femenino.
“Se trata de regiones donde hay piel sobre piel y donde también se forman pliegues cutáneos”, explica la dermatóloga Marion Moers-Carpi, de Múnich. También puede darse en pliegues en el vientre o en el pliegue de las nalgas.
“Como el sudor y el sebo no pueden drenar en la región de la piel afectada, se producen acumulaciones purulentas en forma de abscesos”, dice Moers-Carpi.
Los abscesos duelen, al igual que las fístulas que suelen formarse. Se trata de conductos que el cuerpo crea desde lo más profundo de los tejidos para llevar las secreciones al exterior.
Las acumulaciones purulentas pueden supurar espontáneamente y causar manchas en la ropa. Al mismo tiempo, la secreción ocasiona un olor desagradable.
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“En la sumatoria, esta enfermedad dermatológica, que por lo general es crónica, puede reducir fuertemente la calidad de vida de las personas afectadas”, apunta el dermatólogo Thorsten Matthes, médico jefe de dermatocirugía en el Centro de Venas y Dermatocirugía del Hospital Tabea de la ciudad de Hamburgo, en el norte de Alemania.
Según Moers-Carpi, esta enfermedad dermatológica se presenta por lo general en la edad adulta joven, de menores de 30 años, y afecta más a las mujeres que a los hombres.
Es difícil hacer estimaciones sobre cuántas personas padecen esta afección. Porque los afectados suelen avergonzarse y, según la experta, esto les impide hablar de las dolorosas acumulaciones de pus y, sobre todo, se convierte en un obstáculo para que busquen tratamiento médico.
Pero el problema es que, si el acné inverso no recibe tratamiento, existe el peligro de que avance y se propague cada vez más.
Todavía no se ha investigado suficientemente la causa exacta de esta enfermedad. “Los gérmenes desempeñan un papel en ella, pero también la predisposición genética”, explica Thorsten Matthes.
En regiones del cuerpo como las axilas, donde se genera mucho sudor, el ambiente húmedo en combinación con los gérmenes y las bacterias puede favorecer la inflamación de la piel.
¿Qué sucede exactamente en el cuerpo cuando se desarrolla el acné inverso? “En todo caso aún no hay una seguridad del cien por ciento al respecto”, afirma Marion Moers-Carpi.
Una teoría es que allí se forman demasiados queratinocitos, lo que favorece el cierre del folículo piloso, que ancla el pelo en la piel. De esta manera pueden quedar atrapados gérmenes y bacterias de la superficie cutánea, explica.
También puede producirse una inflamación con formación de sebo por fricción o afeitado del folículo piloso. Como el folículo piloso está cerrado por la reiterada formación de queratinocitos, el sebo no puede fluir. La producción de sebo continúa ampliándose, los gérmenes y bacterias se multiplican y empeoran la inflamación. El sebo se encapsula, se produce un absceso y pueden formarse fístulas. Aún no está claro cómo y porqué se produce este trastorno en la queratinización.
Sí existen certezas respecto de algunos posibles desencadenantes y factores que propician el acné inverso. “Además del tabaquismo y el sobrepeso, también hay factores como el estrés y la tensión psicológica o, por ejemplo, el aumento de la sudoración”, puntualiza Thorsten Matthes.
Cuanto más transpira una persona, es mayor el riesgo de infectarse con gérmenes. Otro factor desencadenante, advierte Marion Moers-Carpi, puede ser la ropa demasiado ajustada. Asimismo, el afeitado en la zona genital o en las axilas puede afectar la piel y provocar inflamaciones.
Moers-Carpi especifica que quienes padezcan un acné severo o una enfermedad gastrointestinal como la enfermedad de Crohn son más propensos a sufrir acné inverso.
Para poder abordar esta enfermedad dermatológica, inicialmente pueden utilizarse pomadas o soluciones antisépticas. “Se aplican localmente en las zonas afectadas del cuerpo”, señala Thorsten Matthes.
En caso de que la terapia externa no dé resultados, se suelen recetar frecuentemente antibióticos. Entretanto, a los pacientes se les inyectan asimismo fármacos de origen biológico, en busca de detener el proceso inflamatorio.
“El mismo efecto puede tener una terapia con ondas electromagnéticas, la denominada terapia lAight”, indica Matthes. Dependiendo de la gravedad del acné inverso, se prescribe además una terapia combinada, con preparados antisépticos más antibióticos.
“Si los métodos conservadores no logran el efecto deseado, no hay manera de evitar una intervención quirúrgica”, apunta el dermatólogo.
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En ese caso, se extirpan las zonas afectadas de la piel y se vuelve a coser. Sin embargo, la sutura solamente puede realizarse si se trata de abscesos individuales o múltiples demarcados y no hay fístulas.
Si hay abscesos muy espaciados con tramos fistulosos y formación de cicatrices o una infestación plana, las heridas deberían curarse abiertamente tras la extirpación quirúrgica, dice Matthes.
No obstante, incluso después de una cirugía, pueden producirse nuevos episodios. “El acné inverso es una enfermedad fatídica, no hay una solución patentada”, dice Matthes.
Pero, quien quiera tomar una iniciativa para prevenir esta patología, puede anular algunos factores desencadenantes, como reducir el exceso de peso, no fumar y no descuidar nunca la higiene personal.