Salud y Familia
Emociones de Intensamente: las etapas en las que nos han marcado y no nos habíamos dado cuenta
Sea en el trabajo, en las relaciones de pareja, en la familia, los seres humanos experimentamos un sinfín de emociones. Pero, ¿cómo inciden en el comportamiento de cada uno y en las distintas etapas de la vida?
Las películas de Intensamente personifican las emociones básicas que sentimos los seres humanos desde los primeros días de vida. (Foto Prensa Libre: AFP)
En junio de 2024 se estrenó la película Intensamente 2, filme en el que se personifican las emociones básicas que sentimos los seres humanos desde los primeros días de vida.
Durante todo el desarrollo de la película, Riley la protagonista, experimenta un abanico complejo de emociones que moldean su interacción con sus padres, amigos, compañeros de escuela y el mundo.
Según la psicóloga Maria Renée Ordóñez este tipo de películas ofrecen una visión gráfica de lo que pasa dentro de nuestro cerebro a una gran escala, siendo esta una herramienta para que los que asistan a verla puedan entender e identificar muchas situaciones que quizás no saben como nombrarlas.
"Las emociones no son simples respuestas biológicas; son guías esenciales que nos acompañan desde la infancia hasta la adultez, moldeando nuestras relaciones, decisiones y bienestar general", explica Ordóñez.
Las emociones de Intensamente 1
La primera película muestra cinco emociones básicas: alegría, tristeza, miedo, furia y desagrado. Ordóñez argumenta que cada una de estas emociones desempeñan un papel fundamental en la vida tanto de los niños como la de los adultos.
La alegría
En la infancia, la alegría desempeña un papel crucial al promover el bienestar y la motivación. "Los niños experimentan la alegría de manera pura y directa, encontrándola en actividades cotidianas como jugar, aprender nuevas habilidades o recibir afecto de sus seres queridos", comenta la experta.
La tristeza
La tristeza, por otro lado, enseña a los niños a manejar las pérdidas y a desarrollar empatía desde una edad temprana, emociones que se van trabajando y desarrollando de mejor manera cuando crecemos. "Es común ver cómo los niños enfrentan la tristeza al perder un juguete favorito o al separarse de sus amigos. Esta emoción les enseña a valorar las conexiones humanas y a consolar a otros en momentos difíciles", explica Ordóñez.
El miedo
El miedo es una emoción natural de protección, continúa siendo relevante a lo largo de la vida. "Desde la infancia, el miedo ayuda a identificar y evitar peligros reales o percibidos. A medida que crecemos, aprendemos a gestionar este miedo de manera más consciente, adaptándonos a diferentes situaciones y entornos", indica Ordóñez, enfatizando que el miedo es importante manejar este sentimiento y no dejarnos llevar por él.
El enojo
El enojo o la furia, según la psicóloga, son esenciales para establecer límites y defender derechos a lo largo de todas las etapas de la vida. "Desde la infancia hasta la adultez, el enojo nos permite expresar nuestras necesidades y defender nuestras opiniones de manera asertiva. Aprendemos a manejar este sentimiento para resolver conflictos de manera constructiva y buscar soluciones efectivas", explica.
Desagrado
Por otro lado, el desagrado inicialmente protege a las personas permitiéndoles identificar situaciones con las que ellos no se sienten cómodos, y alejándose de las mismas.
Otras emociones en Intensamente 2 que son protagonista de la vida
En cuanto al inicio del desarrollo emocional, la experta aclara que "las emociones básicas comienzan a manifestarse desde el nacimiento, pero se vuelven más complejas con el tiempo y la experiencia". Algo que se personifica en la segunda película pues en estas nuevas emociones invaden el cerebro de Riley.
En la edad adulta, las emociones siguen siendo fundamentales para el bienestar emocional y las relaciones interpersonales. "A medida que maduramos, la capacidad de manejar emociones complejas como la ansiedad y la vergüenza se vuelve crucial. Aprendemos a reconocer cómo estas emociones afectan nuestras decisiones y relaciones, trabajando en su gestión para promover un equilibrio emocional saludable", explica la experta.
Sin embargo, según Ordóñez, estas emociones pueden comenzar a experimentarse desde mucho antes. Por ejemplo, muchos niños llegan a sentir ansiedad al separarse de sus papás cuando los dejan en la guardería o el colegio, vergüenza al estar en situaciones en las que no se sienten cómodos, la envidia cuando desean algo que no pueden tener y el aburrimiento cuando no realizan una actividad que a ellos les genere placer.
Todo comienza en casa
Ordóñez enfatiza la influencia de factores biológicos y genéticos en el desarrollo emocional. "La genética y el temperamento son heredados y juegan un papel significativo en cómo los niños experimentan y gestionan emociones a lo largo de la vida, pero la personalidad se va a formando a partir de muchos factores, entre ellos la regulación de las emociones", explica.
Sin embargo, el rol de los padres es fundamental para moldear un comportamiento emocional saludable.
¿Existen emociones negativas?
No existen emociones malas o negativas. Ordóñez explica que estas se podrían clasificar en “agradables y desagradables” destacando que todas son necesarias para adaptarnos a la vida y a las distintas situaciones con el fin de conectar mejor con el mundo y nuestros cuerpos y con el mundo. La clave está en comprender lo que sentimos y no reprimirlo sino aprender a regularlo.
Ordóñez también destaca en que no existen emociones para hombres y para mujeres. “Estas no tienen sexo, y es importante empezar a quitar estos estigmas de pensar que los hombres no lloran o que las mujeres lloran mucho, estas expresiones no son de hombres y mujeres, las emociones no son buenas o malas, sino que son hechas y están presentes para todos los seres humanos”.