Cada país se encuentra en fases distintas con respecto a la decisión de cómo y cuándo se deben reabrir las escuelas. Antes de tomar esa decisión se debe tener en cuenta la salud pública, los beneficios y los riesgos para la educación, así como otros factores.
También existe un punto a evaluar con base en investigaciones como la publicada en el estudio de pediatría de la revista de la Asociación Médica Americana, JAMA, por sus siglas en inglés Journal of the American Medical Association, la cual pone en evidencia que los bebés y niños menores de cinco años transportan cargas virales altas de SARS-CoV-2.
El estudio indica que se encontró mayor material viral en las gargantas y vías respiratorias de los niños pequeños que en los adultos infectados, de 10 a 100 veces más.
Esto sugiere que los niños menores de cinco años podrían transmitir de manera más eficiente la enfermedad a niños mayores, así como a otras personas con quienes comparten.
En la primera semana de agosto se abrió la escuela Greenfield Central Junior High School en Indiana, Estados Unidos a las pocas horas uno de los estudiantes dio positivo a covid-19 y la institución cerró nuevamente para estar en cuarentena.
AFP reportó que en el país de Norte, los menores de 18 años representan cerca de un 2% de las hospitalizaciones y mucho menos del 0,1% de las muertes relacionadas con covid-19 , según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), mientras que corresponden al 22% de la población.
Un cambio de rumbo
Hasta la última semana en los más de 54 mil casos reportados para Guatemala, más de 160 representaban a niños y adolescentes de cero a 19 años.
El infectólogo pediatra Carlos Grazioso al respecto de un regreso presencial a los salones de clase comenta que en muchos países se ha tratado de mantener la educación a distancia. Los considera países privilegiados porque los niños y adolescentes cuentan con equipos como tabletas, computadoras y servicios de Internet, pero no es la misma situación en Guatemala.
Grazioso reconoce que se deben hacer todos los esfuerzos para mantener la educación, como un derecho de los niños. En su momento cuando se dé autorización de regresar, recomienda horarios limitados, así como medias jornadas para que los salones se dividan en dos grupos, que exista suficiente separación y que se combine las clases presenciales con virtuales. El ideal es que las ventanas y puertas se mantengan abiertas para que los ambientes estén ventilados, “si se requiere botar una pared para que exista más ventilación se debe hacer”, dice.
Los protocolos de seguridad harán que el regreso a las instituciones educativas sea distinta a la dinámica de educación a la que se estaba acostumbrado.
Se requiere de una planificación detallada que garantice la seguridad de los estudiantes. Unicef explica que es posible que las escuelas reabran durante un periodo de tiempo y luego deban tomar la decisión de cerrarlas de nuevo temporalmente, dependiendo del contexto local. “Debido a la situación cambiante, las autoridades tendrán que ser flexibles y estar dispuestas a adaptarse para garantizar la seguridad de todos los niños”, se explica en la página de la institución.
El médico reconoce que los niños podrían llevar el virus de vuelta a sus hogares y sin las medidas de distanciamiento y limpieza existe más probabilidad de contagiar a sus abuelos o a sus cuidadores. “En el momento de volver, los besos y abrazos entre los niños y sus mayores deberán evitarse hasta que sea seguro”, agrega el especialista.
Aunque a los niños podría no darles la enfermedad demasiado fuerte, es importante fortalecer su organismo, tener al día sus esquemas de vacunación y mantener una alimentación sana y equilibrada.
Pero, no hay que olvidar que algunos niños sí podrían desarrollar la enfermedad de manera más grave y provocarle complicaciones como el síndrome inflamatorio multisistémico que podría asociarse a un desenlace fatal.
Luisa Vidal de Dietz, psicóloga clínica y con un preescolar llamado Creativity explica que se encuentran en espera de los protocolos gubernamentales para regresar al trabajo con los niños. “A nivel privado, diversos lugares ya se encuentran invirtiendo para tener todas las medidas de higiene y contemplar estrategias para asegurar la salud de los niños”, agrega Dietz.
¿Cómo evitar la propagación de la enfermedad?
Entre las medidas a tomar están escalonar el comienzo y cierre de la jornada escolar. De igual manera, escalonar las horas de comida, mover las aulas a espacios provisionales o al aire libre, crear turnos para reducir el número de alumnos por clase.
Los espacios con agua potable y productos de higiene también serán esenciales. A la vez, se debe asegurar el lavado de manos, el distanciamiento físico, los procedimientos de limpieza de las instalaciones y la preparación de alimentos en condiciones de seguridad.
El personal administrativo y los profesores también deberán formarse sobre cómo llevar a cabo el distanciamiento físico y las prácticas de higiene en la escuela. Otro de los puntos que debe cuidar la institución es el manejo de la salud mental de los estudiantes y cómo se combatirá el estigma de quienes han estado enfermos.
El regreso podría provocar cierto estrés en los estudiantes por lo que es importante darles un acompañamiento familiar.
Además de dar a conocer planes para recuperar las lecciones o programas complementarios en casa, podrían aplicarse modelos de aprendizaje mixto, tanto en casa como en educación a distancia a través de la radio, televisión o Internet.