Salud y Familia
El mapa corporal que debe conocer
¿Cómo nos afectan nuestros pensamientos y las emociones que generan?
Todo lo que usted ve, escucha, toca y saborea es escaneado por el cerebro. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)
Nuestros pensamientos definen situaciones y decisiones en nuestra vida. Vale la pena tener buenos pensamientos, y mejor con emociones positivas que negativas, porque debemos visualizar lo deseado para nuestras vidas, pero pocas veces se nos dice cómo hacerlo y por qué esos consejos pueden brindar frutos a nuestro existir.
Es similar a vivir en un lugar, en una geografía que no conocemos, pues es inquietante salir de la casa y no saber en qué dirección ir al parque, a la tienda, o a la salida del condominio. Una situación similar ocurre con muchos de nosotros que desconocemos las partes de nuestro cuerpo y lo que cada una de ellas representa.
Iniciemos presentando a dos primos que habitan en su cerebro, el tálamo y el hipotálamo. El primero es el encargado de recibir la mayoría de las señales sensoriales -excepto las olfativas-. Eso quiere decir que todo lo que usted ve, escucha, toca y saborea es escaneado por este, mientras que el hipotálamo está pendiente de la temperatura corporal, los ritmos circadianos e influye en el comportamiento emocional y sexual, en gran parte, mediante su conexión con el sistema límbico, y una función clave es que controla la liberación de hormonas a través de su influencia sobre la hipófisis.
El tálamo transmite información sensorial y motora que puede influir en las respuestas homeostáticas -de equilibrio- y endocrinas del hipotálamo, y ahí aparece la hipófisis, que es definitiva en este esquema, pues es la encargada de producir las hormonas -químicos- que, según el reporte sensorial, necesitará usted, dependiendo de la situación que esté viviendo: tristeza, alegría, frustración, molestia u otras. Ahora comprende mejor por qué lo que piensa o siente impacta en su vida.
Las hormonas liberadas por la hipófisis tienen un destino —sus células, su cuerpo—, y el hipotálamo produce unos mensajeros llamados neuropéptidos, que estarán formados según esas emociones que usted generó, en ese momento vivido.
Ahora ya puede evaluar si vale la pena seguir enemistado con el vecino, maldiciendo en el tráfico, dejarle de hablar a su pareja por varios días, disgustarse porque empezó a llover y usted salió sin paraguas o amargarse el rato porque en el restaurante donde almorzó una mancha de salsa dejó su huella en la blusa que llevaba puesta.
Conocer una parte de nuestro mapa debe servir para mejorar la calidad de pensamiento e impactar en la emoción y enviar mensajes que mantengan una célula dinámica. Cuidemos el pensamiento, recordemos que los virus más peligros primero penetran en la mente.
"Cuidemos nuestros pensamientos, recordemos que los virus más peligros entran por la mente".
*Coach empresarial