Salud y Familia

El autismo es una lección de amor

Paciencia, valentía y constancia son  valores que acompañan a quienes conviven con personas diagnosticadas dentro del espectro del autismo.

Con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, (2 de abril), Irma Cossich, Henry Aguilar, Maynor Álvarez y Sandra de Echeverría, hablaron de los retos que tienen estas personas  y sus familiares, en El Consultorio, de www.prensalibre.com

Ellos comentaron que en Guatemala se necesitan muchos esfuerzos para lograr su inclusión educativa y social, y    el apoyo de  sus familias.

Contacto: Asociación Guatemalteca por el Autismo, teléfono 7937-0829.  www. autismoguate.org

Educadora

El autismo es una condición que causa que la persona reaccione de manera distinta a los estímulos que se reciben del ambiente, dijo Irma Cossich, coordinadora del programa Potenciales de la Asociación Guatemalteca por el Autismo, que busca la inclusión social y escolar de estos niños y niñas.

Hoy y mañana, la asociación  efectuará jornadas de información sobre el tema en calles y centros comerciales. El domingo, a las 8 horas, se celebrará una carrera de 5K y 10K, en Cayalá, zona 16. Contribución Q75 y Q100.

“El autismo no es una enfermedad, es una condición que si se diagnostica a tiempo, podemos ayudar a estas personas a tener independencia”.

Tío admirable

Diego, de 6 años, tiene un ángel terrenal y se llama Henry Aguilar, su tío, quien todos los días vela porque el pequeño con autismo pueda desarrollarse con las condiciones adecuadas.

“Él es cariñoso y está  pendiente de uno”, comentó Aguilar y  agregó que uno de sus  retos fue aprender a cuidar la alimentación de Diego, ya que algunas personas con autismo necesitan una dieta especial. “El diagnóstico de Diego me dio valentía para poder buscar ayuda y saber qué hacer para ayudarlo”, concluyó.

“El mejor regalo que me ha dado Diego es permitirme ser su papá sin que él sea mi hijo biológico, es algo verdaderamente hermoso”.

Padre amoroso

“Amoroso, inteligente, entusiasta y emprendedor”. Así describe Maynor Álvarez a su hijo Gabriel, de 7 años, quien asiste al programa Potenciales de la Asociación Guatemalteca por el Autismo. Aunque sus todos familiares han apoyado a su pequeño, su mayor obstáculo ha sido que otros niños de su edad comprendan la condición de Gabriel.

“Él es la luz que nos ilumina todos los días. Es una gran satisfacción verlo crecer poco a poco y ver los avances que ha tenido en su aprendizaje”, enfatizó Álvarez.

“La mayor satisfacción que puedo tener es que mi hijo se acerque a mí, me abrace,  me vea a los ojos y me que me diga ‘papá’ o ‘te quiero’”.

Abuela orgullosa

La distancia no es impedimento para que Sandra de Echeverría se dedique en cuerpo y alma a su nieto Lisandro, de 6 años, a quien acompaña desde Escuintla a cualquier lugar que él necesite para estimular su desarrollo educativo. “Es necesario informar a la población sobre el autismo;  en este país, especialmente en los departamentos, hay desconocimiento”, dijo.

Para De Echeverría, luchar por la inclusión social y escolar de Lisandro es una verdadera prueba de amor. 

“Como abuela, lo único que puedo hacer es disfrutar a mi nieto, pero siempre con el deseo de aprender a entenderlo y  apoyarlo”.

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