De acuerdo con Mejía, taekuondo o tae kwon do significa lucha con manos y pies. Este se originó en Corea y se popularizó en Guatemala en la década de 1980.
“Muchos guatemaltecos practican este arte marcial, puesto que es integral. Además de las destrezas físicas, como agilidad y elasticidad corporal, los niños aprenden a seguir las reglas, lo que se traduce en cortesía y respeto hacia el compañero”, comentó el instructor.
En el taekuondo se promueve el autocontrol porque niños y adultos aprenden a solucionar conflictos de manera pacífica. “Esto hace que las personas agresivas se vuelvan más dóciles, pero también podemos lograr que alguien tímido logre relacionarse de mejor manera con sus compañeros”, agregó Mejía.
En familia
La perseverancia es otro valor que se logra con la práctica constante de este arte marcial, ya que los niños se ponen metas y las consiguen paulatinamente.
“Sin duda, la unión familiar es fundamental. Madres y padres deben comprometerse a llevar a sus hijos a las clases y apoyarlos en todo momento”, enfatizó Mejía.
Rutina semanal
Para ver resultados positivos, los pequeños deben asistir a las clases de taekuondo cinco veces a la semana en sesiones de 60 minutos. “De esta manera, se fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu”, añadió el invitado.
Sin temores
Los padres no deben tener miedo de que sus hijos practiquen este deporte, ya que no promueve la violencia. “El taekuondo deportivo es muy seguro, pues durante los combates los niños tienen equipo especial que los protege de los golpes”, explicó Mejía.
Las lesiones son mínimas y poco frecuentes si los entrenamientos están supervisados. “A veces se pueden doblar el tobillo, pero no es algo que pase todos los días. Es un deporte bastante seguro”, concluyó Mejía.
Beneficios
- El taekuondo beneficia el sistema cardiovascular y fortalece los músculos de todo el cuerpo.
- Es un deporte que mejora la elasticidad de quien lo practica.
- También tiene beneficios emocionales y cognitivos.
- Los niños aprenden valores como la tolerancia y la cortesía, pero principalmente desarrollan la perseverancia para alcanzar sus metas.
- Mejoran su concentración y aprenden a seguir reglas.
- Tienen un mejor dominio sobre su cuerpo y perfeccionan su razonamiento espacial.