Lo femenino está empeñado en retenerlo todo. Guardar recuerdos de cualquier sitio, lugar o fecha, es decir que se encierra todo en el interior. Pero no únicamente en el aspecto emocional, sino también desde el biológico, ya que la mujer es quien alberga al nuevo ser en su vientre, retiene líquidos, grasas y hasta el óvulo que espera ser fecundado, explica Pilar Sordo, psicóloga chilena y autora del libro Viva la diferencia.
“Lo masculino está gobernado, principalmente, por la necesidad de admiración. Esto dificulta la capacidad de retener, ya que para poder ser admirado por la persona o el público al que está seduciendo debe cambiar permanentemente de objetivos, solo así la atención será constante”, comenta la experta, quien el 20 de agosto ofrecerá dos conferencias en el país: No quiero crecer y Viva la diferencia, en el Hotel Camino Real.
Por eso, para ellos es fácil restablecer relaciones afectivas con más rapidez, porque tienden a “retener” menos, añade la experta.
Aprendizaje
A criterio de Sordo, a partir de esas diferencias debe aprender uno del otro. Ellas, a soltar lo que no hace falta, y dejar de sentirse indispensables, eliminar el pensamiento de que su valor se fija por lo que hace, y no por lo que es. Así como renunciar al papel de la mujer perfecta, porque esto agota y la llena de hábitos que luego no puede desprender.
Ellos en cambio, deben aprender la importancia de retener para aprender a cuidar lo que tienen, entender que las cosas se construyen poco a poco y no solamente sobre la base de objetivos logrados. También deben aprender a cuidar su casa, sus cosas, ver con claridad lo que demandan los ambientes afectivos y así cuidar mejor de sus relaciones personales.
“Mientras más haya desarrollado un hombre su lado femenino, más fácil será poder retener y cuidar sus afectos y, por lo tanto, hacer más feliz a su pareja, hijos o quienes le rodeen”, asegura Sordo.
Para ellas
- Aprender a decir no cuando el caso lo requiera.
- Recordar que, aunque sí es necesaria, su pareja también puede y debe ser parte activa en la organización del hogar.
- No culparse porque algo no salió bien.
- Quejarse menos. Esto desgasta la energía, no permite enfocarse en nuevos proyectos.
- Pedir ayuda a otros cuando se necesite para evitar sobrecargas.
- Pensar primero en su bienestar personal y luego en los demás.
- Soltar es permitirse vivir su vida y dejar atrás aquello que le afecta.
Para ellos
- Valorar cada paso que los llevó a alcanzar los objetivos. En otras palabras, aprender de los fracasos y no cambiar constantemente de objetivos.
- Comunicar lo que siente. Muchos hombres callan y cuando exteriorizan sus sentimientos lo hacen de manera compulsiva y esto puede empeorar la situación.
- Aprender a escuchar y halagar con pequeños detalles a las personas que le rodean.
- Aceptar que para construir el presente y el futuro es necesario aprender a retener las cosas buenas.
- La vida no se trata de competir con el sexo opuesto, sino más bien a aprender de él.
- Cuando se cultiva el arte de retener, se equilibran las emociones, y por lo tanto, el contexto donde se desarrolla.
