Si quiere librarse de los dolores de cabeza habituales, será mejor que no haga ninguna de estas tres cosas:
Error 1: ignorar el dolor
No hacer nada no es una solución. De esta manera, se arriesga a que la cefalea se presente cada vez más seguido e incluso pueda volverse crónica, según advierte la Fundación Alemana del Cerebro.
Con el tiempo, puede ocurrir que los centros del dolor en el cerebro se irriten permanentemente. El dolor adquiere entonces vida propia.
Ignorarlo tiene además otra desventaja: el dolor puede extenderse y provocar tensiones en el cuello y hombros.
Error 2: no ocuparse del factor desencadenante
Claro que una pastilla puede hacer desaparecer el dolor de cabeza. Pero, para poder abordar el problema, resulta necesario identificar el factor desencadenante y tratarlo, en la medida que sea posible.
Tal vez esté ingiriendo demasiado poco líquido. O tiene una vida cotidiana con demasiadas exigencias y muy pocas pausas, a la que el cuerpo reacciona regularmente con presión en el cráneo.
Según recomienda la fundación germana mencionada, quien se proponga impedir el dolor de cabeza puede, por ejemplo, introducir ejercicios de relajación en su vida cotidiana.
Y el entrenamiento de resistencia, practicado regularmente, también puede ayudar: lo ideal es hacerlo tres días a la semana durante al menos 30 a 45 minutos.
Error 3: tomar analgésicos demasiado seguidos
Analgésicos como el ácido acetilsalicílico, el ibuprofeno o el paracetamol son aliados contra el dolor de cabeza. Sin embargo, es importante mantener la perspectiva y el control de cuán seguido se los está tomando.
Porque, según indican los expertos desde Alemania, se los debería ingerir como máximo diez días al mes. En caso de que se los tome más seguido, uno de los efectos colaterales puede ser dolor de cabeza, y se cae de esta manera en una espiral de dolor de la cual será difícil encontrar una salida.
Como alternativa a la pastilla, puede aplicar un poco de aceite de menta en las sienes o poner una compresa fría en la nuca.
