SALUD Y FAMILIA
Diarios de sueños: Qué podemos aprender de nuestra vida cuando dormimos
Los sueños arrojan pistas sobre nuestras emociones e historias personales y amplían la creatividad, así como el autoconocimiento.
Los sueños son parte de las representaciones mentales alojadas en nuestro subconsciente, mismo que a la vez se conforma del 95% de datos que integran nuestra vida. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)
Nuestras historias de vida también se construyen a partir de lo que experimentamos inconscientes cuando estamos dormidos. Durante la etapa de descanso profundo emanan los sueños que, a pesar de no ser recordados siempre, conservan partes importantes de nuestra realidad.
“La mente y el cerebro lo captan todo y se quedan con más de algo. Ese “algo” puede estar asociado con una situación no vista y es entonces cuando el sueño aprovecha para sacarlo”, comparte el psicólogo especialista en energías, Juan Carlos Zetina.
Siempre estamos soñando, aunque no tengamos prueba de lo que se haya experimentado durante el plano onírico de cada noche. De hecho, soñamos desde que somos recién nacidos. El neurocientífico William Dement estableció el Movimiento rápido de ojos (REM, por sus siglas en inglés), una fase del sueño que se asocia a los sueños más constantes y que según se ha dicho, se encuentra presente desde los 17 meses de vida.
De acuerdo con Silvia Cordón, también terapeuta especialista en energías, cuando los bebés duermen se pone en evidencia su experiencia ensoñadora a través del movimiento de sus ojos. “Un bebé no tendrá todo el lenguaje del mundo para expresar lo que soñó, pero los movimientos REM indican que hay proceso de información. Al final los sueños son eso: un procesamiento”, agrega Cordón.
Toda esa información que procesamos al dormir no es más que un recuento de todo lo que nos rodea. La terapeuta Cordón explica que los sueños son parte de las representaciones mentales alojadas en nuestro subconsciente; mismo que a la vez se conforma del 95% de datos que integran nuestra vida. La información representa una mezcla de emociones, conflictos, temores, sonidos, vivencias e incluso cosas que no han existen en el plano “real”.
Formas de entender el sueño
En la narrativa maya todo sueño tiene una explicación y puede verse como un menaje, una razón o un aviso. Según indica una publicación de la comunidad lingüística ch’orti’ de la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala, los sueños dentro de la mayanidad también pueden ser comunicadores que pueden dar cuenta de un mal o un bien que se acerca.
La filosofía griega también ha generado algunas perspectivas a partir de lo que entendemos por soñar. Platón y Aristóteles cuestionaban el vínculo entre el cuerpo y la espiritualidad. Por un lado, Platón sostenía una desconexión de lo espiritual con lo corporal, mientras que Aristóteles se empeñaba en establecer que estos dos componentes humanos no podían separarse.
También está el pensamiento de Sócrates, quien aportó con su teoría que establece que, al desactivarse el cuerpo, el alma sigue activa y despierta. En ese sentido, “los pensamientos del alma se reflejan en los sueños”, comparte Allan Rodrigo Hernández, psicólogo, máster en filosofía y doctorante en psicoanálisis.
Susana Dicker, analista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y directora del CID Guatemala integrado a la Nueva Escuela Lacaniana del campo Freudiano, explica el sueño se presenta como acontecimientos, acciones o eventos que el sujeto desea y que, en la vida despierta no podrían ocurrir. “Muchas veces, (la persona soñante) utiliza otros personajes como actores del sueño, pero de quien se trata verdaderamente es de ella”, agrega.
La entrevistada comenta que, en términos teóricos, el sueño constituye “una vía regía” para el acceso al inconsciente, según lo establecido por el fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud. Dicha vía se caracteriza porque durante el reposo profundo, la censura disminuye y al no haber barreras morales, prácticas o de sentido común, “el sueño permite la realización de deseos inconscientes, en formas que podríamos decir alucinatorias”. A esa fase se le conoce como “regresión onírica”.
No obstante, cabe mencionar que no siempre los deseos se encuentran en los sueños. También frustraciones, angustia o castigos que desde el psicoanálisis adquieren el estatuto de traumáticos, a lo que popularmente se conoce como pesadillas.
“Para Freud, el sueño es el guardián del dormir. Su función es prolongarlo, pero las pesadillas, justamente, despiertan. Rompen la barrera de uno de los principios que rigen el inconsciente: el principio de placer”, explica Susana Dicker.
Fantasía y autoconocimiento
¿Qué valor tienen los sueños? ¿Son solo una experiencia más a la que no hay que darle importancia? Para el psicólogo y experto en filosofía Allan Rodrigo Hernández, los sueños pueden hablarnos sobre lo que anhelamos.
El especialista agrega que el atribuirle deseos y otros componentes al sueño puede permitir identificar qué quiere decir la experiencia. “Si bien no sabemos qué significan los sueños, estamos conscientes de nuestros deseos”, comparte.
Las experiencias oníricas también permiten hablar de creatividad. Hernández recuerda que muchas obras artísticas en el mundo -literarias o fílmicas, por mencionar algunas– han sido creadas a partir de sueños. En ese sentido cabe preguntarse qué tanto estamos pensando en nuestros sueños.
“Hablar de los sueños puede romper la cotidianidad y lo repetitivo. Muchas veces nos la pasamos hablando de obligaciones, del día a día, del trabajo y de cosas que en teoría nos han dicho que son serias. Entrar a ese mundo fantástico es una alternativa que existe en nosotros”, propone el psicólogo y estudioso filósofo.
En palabras de Hernández, hablar de esta experiencia con otras personas, representa considerar otros universos y a la vez puede dar un enfoque de magia y de una experiencia intersubjetiva diferente.
Según especialistas, llegaremos a dormir en promedio, un tercio de nuestras vidas. Mientras dormimos el cuerpo libera sustancias antiinflamatorias que se responsabilizan de controlar infecciones, así como de propiciar el sueño. En el proceso también se libera serotonina, la hormona encargada de garantizar un buen sentir tanto físico como mental.
Para la terapeuta Silvia Cordón, los sueños siempre van a poner en evidencia símbolos que tienen una repercusión en cada persona. “Tiene un matiz energético y cuántico que se puede aprovechar”, comparte la especialista quien además ha trabajado en la construcción de constelaciones familiares, mismas que en varias ocasiones ha coordinado partiendo de los sueños de pacientes.
El sentido se construye a partir de las razones y emociones que cada persona logra tejer. Susana Dicker subraya que el onirismo que experimentamos de forma subjetiva resulta de mucha importancia “siempre en función del lugar que tenga en la vida del soñante”.
Diarios de sueños
Así como las capacidades autobiográficas que nos ofrecen los diarios personales, también podemos encontrar utilidad reflexiva y autobiográfica en diarios que recopilen con fidelidad lo que vimos y sentimos al dormir profundamente.
Juan Carlos Zetina señala que un diario de sueños tendrá utilidad a medida que se vaya estableciendo un hilo conductor en la historia de cada persona. Algo en lo que coincide Allan Rodrigo Hernández al enfatizar que los “sueños son una representación de cada uno”.
La recomendación de Hernández a propósito de los diarios de sueños tiene que ver con la observación: “Hay que ve cuáles cosas se repiten y también cuáles van variando. El tener un diario de sueños también permite recordarlos mejor”.
“El diario de sueños es un conocernos a nosotros mismos, que es de lo más valioso que podemos hacer como personas: saber qué nos gusta, qué no, etc. Es muy útil para repensarnos”, agrega.
¿Qué podemos descubrir en los sueños? Nada más que pistas que van dándole forma a un lenguaje personal. El terapeuta Zetina menciona que, ante los sueños recurrentes, un diario podría ser funcional para descifrar símbolos. No obstante, hay que tener cuidado con esto.
Aunque en Internet se pueden encontrar “significados de sueños”, es necesario mencionar que el deseo o la experiencia alrededor de estos no siempre significarán lo mismo para todas las personas.
“Hay expertos que dicen que la interpretación de sueños solo la debe hacer uno mismo porque tiene que ver con lo que se ha vivido o con qué está pasando. Muchas veces, los significados de otros tienen filtros y se sega”, menciona Zetina.
Algunas publicaciones que abarcan la explicación de sueños son El nuevo lenguaje secreto de los sueños, del parapsicólogo y profesor británico David Fontana o How Dreams Speak y The Dream Symbols de la artista visual y escritora Nicole Chilton.