Salud y Familia

Diabetes: Qué es, cómo saber si tengo esta enfermedad, cuáles son las consecuencias y qué dieta se recomienda

La diabetes afecta a millones de personas en el mundo y muchas no lo saben. El mal control de esta enfermedad aumenta el riesgo de sufrir insuficiencia renal e infarto de miocardio.

Cómo saber si tengo diabetes y cuáles son las consecuencias

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por el aumento sostenido de azúcar en sangre. (Foto Prensa Libre: PhotoMIX Company en pexels.com).

La diabetes es considerada una de las primeras pandemias silenciosas, ya que los síntomas muchas veces no son lo suficientemente visibles. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que al menos 62 millones de personas padecen esta enfermedad crónica en la región, por ello, es importante saberla reconocer e identificar cuáles son sus consecuencias.

La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre y que se produce en el páncreas. Cuando este órgano no funciona correctamente y no produce la suficiente cantidad de esta hormona, o cuando no la usa de manera correcta, se genera un aumento de azúcar en sangre, llamada diabetes mellitus. Esta enfermedad crónica puede dañar varios órganos y sistemas del cuerpo a largo plazo.

Se considera que es una enfermedad que no tiene cura, pero que es tratable y se puede controlar mediante un estilo de vida saludable y medicamentos, dice Víctor Ramirez, endocrinólogo.

Tipos de diabetes

Existen tres tipos principales de diabetes. El primero es menos común, mientras que la diabetes tipo 2 representa más de 80 por ciento de los casos a nivel mundial.

  • Diabetes Tipo 1: se caracteriza porque el cuerpo no produce insulina, por lo que el tratamiento se basa en la administración de esta hormona. La diabetes tipo 1 representa el 5 por ciento de los pacientes con esta enfermedad y se desconocen las causas, por lo que no se puede prevenir. Sus síntomas son: excreción excesiva de orina, sed, hambre constante, pérdida de peso, trastornos visuales y cansancio.
  • Diabetes Tipo 2: se genera cuando las personas crean resistencia a la insulina, por lo que se acumula mucha glucosa en sangre (azúcar en sangre). Puede diagnosticarse solo cuando ya tiene varios años de evolución y han aparecido complicaciones. La OPS indica que entre las causas del aumento de casos de este tipo de diabetes es por obesidad, sobrepeso e inactividad física.
  • Diabetes gestacional: el aumento de glucosa en sangre aparece durante el embarazo y alcanza valores que, pese a ser superiores a los normales, son inferiores a los establecidos para diagnosticar una diabetes, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las personas con este tipo de diabetes tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto.

Aunque no es considerado un tipo de esta enfermedad, los especialistas hacen énfasis en la prediabetes.Es el paso previo a esta enfermedad crónica. Es muy importante porque se considera que los niveles de azúcar en sangre son más altos de lo normal, pero todavía no se consideran tan altos como para diagnosticar diabetes tipo 2. Además, no genera síntomas, por lo que aproximadamente el 80% de las personas que la padecen no lo saben”, dice Gustavo Ortiz, médico internista.

¿Cómo saber si tengo diabetes?

Antes de desarrollar diabetes tipo 2, la mayoría de las personas tienen prediabetes. El problema consiste en que esta condición no presenta síntomas claros, pero sí existen factores de riesgo de sufrir esta enfermedad crónica.

Cómo saber si tengo diabetes
Tener sed constantemente a pesar de tomar agua suficiente podría ser un síntoma de diabetes. (Foto Prensa Libre: Maurício Mascaro en pexels.com).

Ortiz menciona que ser mayor de 45 años, tener alguna enfermedad cardiovascular, tener obesidad o sobrepeso, llevar un estilo de vida sedentario, tener glucosa alterada previa, síndrome de ovario poliquístico, diabetes gestacional, altos niveles de triglicéridos, hipertensión arterial o tener historial familiar con esta enfermedad, lo hace propenso a sufrir diabetes 2.

En caso de que tenga alguno de los factores antes mencionados y presenta los siguientes síntomas, es importante que visite a un médico, porque puede estar ante un caso de diabetes o prediabetes: sed excesiva, orinar frecuentemente, sensación imperiosa e incontenible de comer, visión borrosa, falta de energía, pérdida de peso inexplicable y cicatrización lenta de heridas.

Quizá le interese | Diabetes: cómo el monitoreo constante de glucosa ayuda a preservar la calidad de vida de los pacientes

Si tiene dudas de qué tan propenso es a sufrir diabetes tipo 2, el equipo de especialistas en Healthcare, Life Science y Electronics de MERCK, crearon el sitio web Previene lo que se viene, en donde podrá hacer un test para saber si tiene o no el riesgo de esta enfermedad. Puede hacer la prueba en el siguiente enlace:  www.prediabetes.la/test/index.html

Consecuencias de la diabetes

Todos los tipos de diabetes pueden provocar complicaciones en diversas partes del organismo e incrementar el riesgo de muerte prematura. Además, provoca el aumento de factores de riesgo conexos, como el sobrepeso o la obesidad.

La OMS considera que esta enfermedad es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y amputación de miembros inferiores.

Además, las personas con diabetes tienen hasta el doble de riesgo de sufrir infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. “La retinopatía diabética es una causa importante de ceguera y es la consecuencia del daño de los pequeños vasos sanguíneos de la retina que se va acumulando a lo largo del tiempo. El 2,6% de los casos mundiales de ceguera es consecuencia de la diabetes”, dice la OPS.

Lea también | ¿Medicina para diabetes y pérdida de peso? Esto se sabe de la Semaglutida y los medicamentos SGLT2

Dieta para diabéticos

El azúcar en la sangre proviene de los carbohidratos, por lo que si se tienen factores de riesgo o un diagnóstico de diabetes es importante cuidar la alimentación y evitar ciertas comidas para que no se incremente la glucosa en el cuerpo.

Dieta para diabéticos
Las personas diabéticas deben evitar los alimentos ricos en azúcar y grasas. (Foto Prensa Libre: Myriam Zilles en Unsplash).

El Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) creó un semáforo de alimentos, el cual “enciende la luz roja”, es decir, recomienda evitar comidas que contengan azúcar, las mantequillas, margarinas y el tocino; las bebidas azucaradas; las carnes rojas; la miel; los postres lácteos azucarados y la pasta, arroz y pan blancos.

Lea más | Diabetes tipo 2: Estudio revela que 7 de cada 10 casos en el mundo se asocian a la mala alimentación

Para una alimentación más saludable y adecuada para prevenir la diabetes y la obesidad, Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO explica el “semáforo de los alimentos” y lo recomienda para aquellas personas que padecen diabesidad (situación en la que una persona tiene diabetes tipo 2 y también obesidad o sobrepeso) o están en riesgo de sufrirla.

Luz roja (limitar su consumo al máximo o evitarlo).

  • Azúcar y productos que lo contienen, como los alimentos de pastelería, galletas, mermeladas y jaleas.
  • Mantequillas, margarinas y tocino, ricos en grasas saturadas y grasas trans.
  • Bebidas azucaradas, como zumos, refrescos y bebidas energéticas, con contenido alto en azúcar y nulo en nutrientes.
  • Carnes rojas, que son ricas en grasas saturadas.
  • Miel, la cual contiene azúcares en abundancia.
  • Postres lácteos azucarados, muy calóricos, ricos en azúcar y poco saciantes, por lo que se tiende a consumirlos en exceso.
  • Pasta, arroz y pan blanco, debido a los cuales el azúcar en sangre se eleva rápidamente y luego baja a la misma velocidad.
  • Embutidos y carnes altamente procesadas como el chorizo, el salchichón, la mortadela o las salchichas.
  • Sucedáneos de pescado como el surimi o las ‘gulas’, elaborados a partir de harinas sin valor nutricional y con mucha sal y azúcar.
  • Chocolates de bajo contenido en cacao o blanco, ricos en azúcar y grasas saturadas y con un aporte calórico muy elevado.
  • Preparaciones culinarias como fritos, rebozados o empanados, las cuales aumentan de manera notable las calorías de los platos.
  • Alcohol, el cual favorece el acumulo de grasa visceral.

Luz Amarilla (consumir moderada y/o ocasionalmente)

  • Frutas como el mango, el plátano, la chirimoya o las uvas, saludables, pero de las que no se debe abusar debido a su alto contenido en azúcares y calorías.
  • Frutos secos y semillas, en sus versiones naturales o tostadas, que aportan grasas saludables pero que son muy calóricos.
  • Aceite de oliva virgen extra, con un efecto protector frente a la diabetes, pero altamente calórico.
  • Pasta, arroz y pan integral, ricos en fibra y que pueden ser una buena fuente de energía, si están bien cocinados y acompañados.
  • Tubérculos, que conviene cocinar y comer tras refrigerarlos para que se forme un almidón, que se absorbe en menos cantidad y tiene efecto prebiótico.
  • Chocolate con alto contenido en cacao (mínimo 85%), que puede ser una buena opción cuando apetece comer algo dulce, pero que tiene un alto aporte calórico.
  • Edulcorantes acalóricos, que no elevan el azúcar en sangre ni tienen calorías, pero cuyo consumo prolongado no es saludable.

Luz Verde (consumir en más cantidad y con frecuencia)

  • Alimentos probióticos como el yogur, el kéfir o el chucrut, que ayudan a reducir los niveles de glucosa en sangre y a mejorar la sensibilidad a la insulina.
  • Ácidos grasos presentes en la avena, el ajo, las alcachofas o los espárragos, que estabilizan los niveles de azúcar en sangre y la composición de la microbiota intestinal.
  • Frutas como la manzana, pera, naranja, mandarina o la granada, ricas en fibra y antioxidantes que favorecen la saciedad y reducen el riesgo de obesidad.
  • Verduras y hortalizas, que deben ser la base de la alimentación, al tener un alto contenido en fibra, vitaminas y minerales, saciar y aportar colorido a los platos haciéndolos más atractivos.
  • Proteínas de calidad como pollo, pavo, conejo, pescados, mariscos, huevos y legumbres, imprescindibles para mantener una correcta masa muscular.
  • Especias y hierbas aromáticas, que tienen efectos reguladores del azúcar en sangre, antioxidantes, saciantes o diuréticos, y contribuyen a dar sabor a los platos sin necesidad de agregar sal.
  • Agua, infusiones y caldos bajos con poca sal, que permiten una correcta hidratación, esencial para el buen funcionamiento del organismo, y que además sacian sin aportar calorías.

*Con información de EFE.

ESCRITO POR:

Andrea Jumique Castillo

Periodista de Prensa Libre especializada en temas de salud, bienestar y cultura, con 5 años de experiencia.