Entre otras condiciones menos comunes los riñones también se enferman por inflamación o infecciones. Algunos medicamentos pueden causar enfermedad renal crónica, especialmente los analgésicos y los antiinflamatorios, si se toman durante mucho tiempo.
El médico y cardiólogo mexicano Rubén Silva-Tinoco, durante su participación en un reciente congreso médico en Colombia explica en una entrevista virtual que la diabetes e hipertensión son enfermedades que pasan por años en el cuerpo de las personas y esto dispara un proceso de envejecimiento acelerado de todo el cuerpo, pero sobre todo de los vasos sanguíneos.
Los riñones en su estructura tienen muchos vasos sanguíneos y en la medida que no se controlan los niveles de azúcar, o de presión arterial por períodos prolongados empieza a disminuir el flujo de sangre que llega a estos órganos y empiezan a afectarlos al punto que se necesitan terapias renales sustitutivas.
“La enfermedad renal debería detectarse más temprano”, dice Silva-Tinoco y hoy hay nuevas estrategias para empezar a sospechar de problemas como el aparecimiento de una proteína llamada albúmina en la orina, lo cual se hace a través de estudio de laboratorio sencillo.
El médico dice que al detectar albúmina se informa que aunque los riñones funcionen hay un daño y se buscan estrategias para intensificar los tratamiento de glucosa y/o presión arterial, así como recomendar fármacos que están dedicados a disminuir el deterioro o pérdida de la función renal. Lo recomendable es diagnosticarlos de forma oportuna.
Ya no morimos de diabetes
“Hace 10 o 15 años reconocíamos que un paciente con diabetes tendría complicaciones y fallecía debido a ellas”, expresa Silva-Tinoco. También comenta que ahora vivimos una época diferente para evitar que esto suceda, porque la diabetes no es una sentencia de muerte por los avances que se han tenido.
Una persona con diabetes puede llevar una vida plena y fallecer por una situación diferente no siempre asociada con esta enfermedad.
La nutricionista Fabiola Haeussler, de Corporación integral de diálisis, Nipro se ha especializado en temas de pacientes diabéticos y enfermedad renal explica que es importante la prevención para llegar a evitar la enfermedad renal, así como apoyar a pacientes que viven en esta situación y que mantengan un nivel de salud óptimo.
Cualquiera de los tipos de diabetes presenta un riesgo para desarrollar enfermedad renal, pero es importante destacar que esta situación se da en los pacientes descompensados, ellos son quienes tienen mayor riesgo. “Necesitamos hacer conciencia de este riesgo, en especial en los más jóvenes para que tengan una autogestión de su enfermedad, lleven un buen control con su medicamento, el seguimiento médico y sigan las recomendaciones nutricionales para así prevenir o retardar lo más posible el aparecimiento de la enfermedad renal crónica”, agrega.
El ideal es que los pacientes con diabetes y presión arterial alta se mantengan en los niveles normales de glucosa en sangre, o bien lleguen a las metas propuestas por el equipo médico, agregan los especialistas.
“Cuando las personas son diagnosticadas pasan por un proceso para aceptar la enfermedad, y por lo regular al hacerlo empiezan bien su tratamiento, pero al sentirse mejor lo olvidan y empiezan a mantener picos altos de glucosa, lo cual afecta la microcirculación del cuerpo y afecta también ojos, riñones y nervios”, agrega Haeussler al hablar de las complicaciones.
Haeussler invita a las personas a trabajar en su salud. El tener un control adecuado de la diabetes permite una vida saludable y las personas tienen altas probabilidades de llevar una vida sana.
Karen Anleu, nefróloga de la Unidad Nacional de Atención al enfermo renal crónico Unaerc, complementa que los riñones cumplen muchas funciones dentro del cuerpo y al principio la enfermedad renal puede ser indolora y no tener muchos síntomas. La enfermedad es prevenible y tratable antes de la diálisis porque existen cuatro estadíos previos, pero eso se logra solo si se asiste al médico y se hacen los seguimientos pertinentes.
El ideal es que si tiene una enfermedad renal crónica tenga el acompañamiento de un médico internista o un nefrólogo y hacer los exámenes básicos una vez al año que incluye hematología completa, niveles de creatinina, niveles de glucosa en sangre y orina.
Uno de los mitos que existen entre los pacientes diabéticos es que se cree que la insulina es la que daña los riñones, provoca ceguera o amputaciones del paciente (la terapia con insulina es con frecuencia una parte importante del tratamiento de la diabetes). Anleu aclara que esto no es cierto, son los niveles altos de glucosa en sangre los que afectan al organismo.
En la nutrición
La nutricionista Fabiola Haeussler expresa que el ideal es que los pacientes eviten cualquier alimento que tiene azúcar añadida.
El paciente tiene que adoptar una alimentación alta en fibra, con muchos vegetales, en especial ensaladas, frutas y granos. Son mejores aquellos integrales, dice la profesional, aunque si se llega a cuidar las porciones también es posible comer los alimentos que no tienen esta característica.
“En Guatemala estos abundan y son deliciosos, estamos hablando del pan, la tortilla, el plátano, arroz, frijol y atoles. No es que no se puedan consumir sino de cuidar la porción y cuántos se están incluyendo en un mismo tiempo de comida”, dice Haussler.
Variar las carnes durante el mes e incluir blancas y rojas es recomendable. Es necesario no abusar de las grasas saturadas y preferir los lácteos descremados, así como mantenerse hidratados.
Evitar los productos procesados y en especial aquellos con un alto porcentaje de sodio. A esto se suma el ejercicio, el mínimo es 30 minutos durante tres veces a la semana.
