Se caracteriza porque al padecerlo, los pacientes alternan entre periodos con manifestaciones depresivas, maníacas o de hipomanía -que consiste en extremos de ánimo elevados con euforia o irritabilidad-. En medio de estos periodos también pueden haber momentos de eutimia o un “ánimo estable”, apunta la médico psiquiatra Amanda María Terraza Sánchez, Jefa de Psiquiatría en el IGSS de Escuintla.
Los síntomas del TAB van a depender siempre de un “polo” en el que se encuentren los pacientes. En los casos de episodios depresivos destacan la tristeza, el desánimo, la dificultad para realizar actividades cotidianas, alteraciones en el apetito -o mucha hambre e incluso anorexia-, alteraciones en el sueño -insomnio o hipersomnia- y dificultad para disfrutar actividades usuales.
En el polo opuesto, dentro de la manía o hipomanía, puede existir un aumento de la actividad física y mental, alteraciones en el sueño y hasta la desorganización maníaca como aumento en gastos, deseos sexuales e ideas delirantes de grandeza, dependiendo de la magnitud, explica la doctora Amanda.
También le puede interesar
“Las razones por las que se da el trastorno afectivo bipolar son multifactoriales. Sabemos que hay alteraciones estructurales cerebrales, por ejemplo, la corteza cerebral de los pacientes es más reducida en las áreas que controlan el comportamiento; también hay un componente genético con antecedentes familiares de trastornos afectivos donde intervienen estresores ambientales o personales”, comparte la psiquiatra.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el trastorno afecta a cerca de 45 millones de personas en todo el mundo. Según agrega la doctora Terraza, puede ocurrir en cualquier persona y la incidencia mundial está representada en un aproximado del 3%.
Es común que aparezca al final de la adolescencia o la adultez temprana, aunque se han descrito casos donde los síntomas inician en la infancia.
Al ser un trastorno de salud mental, debe ser diagnosticado por médicos psiquiatras. Este trastorno puede evaluarse siempre, pero no tiene una cura. Requiere de un tratamiento permanente que implica fármacos, psicoterapia y psicoeducación, esta última tanto para el paciente como para la familia, dice Amanda.
Cabe recalcar que los cambios dentro del trastorno no son voluntarios, a comparación de lo que muchas personas piensan. Esto ha llevado a que muchas veces se utilice la palabra “bipolar” para designar a alguien que experimenta cambios de humor repentinos.
Angela Reyes, psicóloga de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental, comenta que muchas veces lo anterior puede ser complejo y deberse al desconocimiento que muchas personas tienen sobre el trastorno.
Agrega que mucha información bombardeada por películas o series muestran los padecimientos del TAB de forma exagerada “para que tengan impacto en las situaciones alrededor de ciertas narrativas”. La psicóloga subraya que no se trata de cambios repentinos como muchas veces se cree y por eso puede haber una confusión.
“Al usar el término a la ligera para describir rasgos de personalidad creamos estigmas irreales de la enfermedad mental y descalificamos la importancia que tiene el diagnóstico y el tratamiento de estas patologías”, añade la psiquiatra Amanda.
La falta de conocimiento sobre el Trastorno Bipolar también ha provocado mitos que no siempre son correctos. Algunos de estos son:
1. “El trastorno bipolar consiste en cambios de humor repentinos”
No son súbitos ni cambian en horas o en un par de días. De acuerdo con la doctora Terraza, usualmente duran de semanas a meses y son transiciones graduales.
Hay también cuadros mixtos dónde se pueden presentar síntomas variados de ambos polos. La presentación individual de la patología es única en cada paciente, aún en sus características comunes, comparte la especialista.
2. “Todas las personas con trastorno bipolar tienen depresión”
La depresión es parte de lo que se necesita evaluar para hacer el diagnóstico del TAB, pero no todas las depresiones tienen la misma presentación clínica y no todas las depresiones se van a caracterizar por una tristeza extrema. “Es muy importante la evaluación del profesional adecuado, ya que la presentación clínica específica de cada paciente tiene muchas variaciones”, señala la psiquiatra.
3. “Las personas con el trastorno son peligrosas para los demás”
“Una persona en crisis puede ser peligrosa para sí misma o para los demás, especialmente en crisis manicas, cuando puede aparecer agresividad importante y en ocasiones, alteraciones de la sensopercepción con ideas delirantes o alucinaciones”, responde la especialista ante el mito.
4. “Es más probable que aquellos que tienen bipolaridad se suiciden”
A decir de la doctora, las personas bipolares tienen un riesgo de suicidio hasta 10 veces más que la población general, especialmente en episodios depresivos o mixtos.
5. “Los fármacos para tratar la enfermedad pueden ser adictivos”
No siempre causan dependencia, pero son necesarios dentro del tratamiento. Por otro lado, dice Amanda, “no son fármacos que se eliminen por completo del tratamiento, pero pueden irse regulando, reduciendo o aumentando según la respuesta del paciente”. Alguien con TAB que no tenga tratamiento se encuentra en riesgo mayor de un crisis, agrega.
6. “Las personas con trastorno bipolar nunca tienen paz”
“Sí pueden llevar un vida en paz con el tratamiento adecuado y específico, pero dependerá mucho de varios factores como la aceptación de la enfermedad, la conciencia sobre la misma, el apoyo en relación al tratamiento, el acceso al mismo”, comparte la doctora quien recuerda que en las enfermedades mentales el paciente siempre necesitará apoyo de su comunidad.
La psicóloga Angela Reyes apunta que las personas allegadas a los pacientes con TAB son vitales para apoyar en la comprensión del padecimiento. No obstante, señala la especialista, se debe conocer lo suficiente sobre el trastorno para que “puedan superar ciertas situaciones que podrían limitar la convivencia”.
Amanda Terraza agrega que la figura del círculo de apoyo para las pacientes bipolares es importante, ya que en muchas ocasiones son los miembros de estos espacios quienes se dan cuenta del inicio de los síntomas en las crisis, y varias veces pueden apoyar en la búsqueda de atención con médicos psiquiatras.
“El paciente bipolar depende mucho del apoyo de los suyos, tanto con el tratamiento como con las crisis”, señala Terraza.
Las especialistas agregan que es comprensible que las personas alrededor de pacientes con TAB sientan miedo dada la poca información que suele haber sobre las enfermedades mentales y debido al estigma que existe en relación con los pacientes.
“El temor es un respuesta natural, hace falta mucha educación para que rompamos con estos estigmas y entendamos estos trastornos como entendemos cualquier otra enfermedad”, apunta la psiquiatra Amanda María Terraza Sánchez.