Salud y Familia

Día Mundial de la Salud: Consejos para empezar a llevar un estilo de vida mucho más saludable

La salud no solo se trata de tener una dieta, hacer ejercicio o no tener síntomas de enfermedades, sino de realizar pequeños cambios para mejorar nuestro bienestar y desarrollarnos plenamente.

El Día Mundial de la Salud es una celebración que busca abrir un espacio de conversación para promover un estilo de vida más saludable y pleno. (Foto Prensa Libre: Pixabay)

El Día Mundial de la Salud es una celebración que busca abrir un espacio de conversación para promover un estilo de vida más saludable y pleno. (Foto Prensa Libre: Pixabay)

El 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la salud, una celebración que no solo conmemora la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sino que invita a la divulgación de información necesaria para que todas las personas puedan llevar un estilo de vida más saludable.

La salud, junto con todas sus ramificaciones ha sido un tema que se ha priorizado mucho más a lo largo de los años, en donde instituciones nacionales e internacionales han seguido otorgando datos relevantes del bienestar humano, así como las prácticas correctas que se deben llevar recurrentemente para asegurar un desarrollo adecuado y pleno.

La alimentación, la actividad física, las sustancias nocivas, la salud mental, el sedentarismo y los excesos son solo algunos ejemplos de subtemas que engloban todo lo relacionado a la salud, así como las enfermedades que han afectado al mundo a través de los años o de descubrimientos científicos que pueden beneficiar o comprometer el bienestar del mundo.

La institución internacional más importante que se dedica a la divulgación de información veraz sobre la sanidad de las personas y la que se celebra su fundación cada 7 de abril es la Organización Mundial de la Salud, quien hace 74 años se ha dedicado a poner en el plano principal varios temas que permitan mantener una conversación sobre la salud.

Fundada en el año 1948 cuando los diplomados de las Naciones Unidas abordaron un tema en común: crear una institución que se dedicara exclusivamente a promover datos que ayudaran a la población, promocionar campañas de concientización e informar de las enfermedades, viejas y nuevas que fueran surgiendo a lo largo de los años.

Esta organización entró en vigor en el año 1950 y desde entonces ha estado presente, junto con varias instituciones internacionales para ser una fuente de conocimiento para todas las personas que buscan mejorar su calidad de vida.

Sus repercusiones han ayudado a progresar en enfermedades y avances médicos para el bienestar de la población mundial. Por ejemplo, en 1950, la OMS empezó a asesorar a los países sobre el uso responsable de los antibióticos, que empezaban a fabricarse para tratar varias infecciones bacteriales.

También se elaboraron campañas de prevención y financiamiento para el desarrollo de medicinas para enfermedades como la viruela, la tuberculosis, la malaria, el virus del sida, la diabetes, el cáncer y varios padecimientos cardiovasculares.

Con el paso de los años, varios tópicos de la sanidad empezaron a tener mayor importancia y protagonismo por parte de los centros asistenciales, como la salud mental donde la depresión y la ansiedad afectan el estilo de vida de las personas mucho más que los padecimientos físicos.

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¿Qué hacer para tener una vida más saludable?

Actualmente existe una inmensa cantidad de información acerca de los cuidados básicos que las personas pueden tener para tener un estilo de vida más saludable. Sin embargo, uno de los puntos más difíciles es comenzar a incluir estos hábitos en nuestra vida.

Es importante destacar que el inicio de cualquier intento de mejora de la salud es difícil, por lo que es importante cambiar progresivamente. (Foto Prensa Libre: Pixabay)

Lorena González Molina médico y cirujano, brindó una serie de recomendaciones generales acerca de cómo iniciar con un estilo de vida saludable. Ella comenta que lo más importante, antes de iniciar con cualquier actividad o recomendación, es tomar conciencia de que la salud no es la ausencia de patologías, sino que se trata de un cuidado constante de las acciones que se realizan diariamente para mejorar el bienestar general.

“El principal consejo es empezar a tomar conciencia acerca de la importancia de lo que es estar saludable, y empezar a darle importancia a diversos factores que perjudican o benefician nuestro bienestar“, asegura.

“Estar saludable no significa no tener alguna enfermedad, significar cuidar muchos aspectos de nuestra vida como lo que consumismos y lo que realizamos durante el día. Muchos pacientes me dicen que están sanos porque no sienten nada malo, pero eso solo significa que no tienen patologías visibles, pero posiblemente tengan algunas condiciones delicadas de salud”.

Priscila Anderson, nutricionista clínica, argumentó que no se debe pretender cambiar todos los hábitos de forma inmediata, sino que es importante realizar pequeños cambios en un campo en específico, de esa manera se estará progresando adecuadamente.

“Lo más importante es aprender que no todos los hábitos los vamos a cambiar juntos, debe ser uno a la vez. Se debe ver aquellas conductas que nos afectan mucho más e ir cambiándolos poco a poco, así evitamos desesperarnos y tirar la toalla más rápido”, comentó.

Malos hábitos y prácticas

Molina aseguró que existen varias prácticas que realizan las personas diariamente que afectan su salud, además de contenido y productos que se consumen diariamente y tienen un impacto negativo en la salud.

El consumo exagerado de comida chatarra es el mal que está aquejando a estas generaciones. El azúcar sobre todo por ser un producto bastante adictivo y que se encuentra disfrazado en muchos alimentos y las personas no se dan cuenta”.

El sedentarismo fue otra de las malas prácticas que adjudicó Molina. La falta de actividad física ante el estilo de vida que presentan las personas, debido al trabajo, la universidad u otras prácticas que se realizan diariamente.

Anderson mencionó que el no dormir la cantidad de tiempo necesario afecta muy negativamente con la salud general. “El no dormir altera las hormonas y muchísimos ciclos que nos perjudican. Muchas personas creen que cuando no duermen correctamente, deben comer carbohidratos y grasas en las mañanas para tener más energía, sin embargo, esto solo quitará energía del cuerpo ya que se gasta más energía en procesar esos alimentos”.

Además, situaciones generales como la pandemia del coronavirus han afectado de manera negativa tanto la salud física como mental de las personas. Según la OMS, las personas de 18 a 24 años han visto afectada su salud mental, como el estrés y ansiedad, así como el estado físico, aumentando el sedentarismo y abusando de sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco.

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¿Qué hacer para empezar?

Molina recomienda pequeñas acciones que tengan un impacto positivo en el cuerpo. Las dietas y el ejercicio, a pesar de ser beneficiosas, no pueden ser complicadas de iniciar si no se tiene un historial previo de actividad física o haber tenido planes de alimentaciones previas.

La alimentación es uno de los puntos más importantes al momento de cuidar la salud. (Foto Prensa Libre: Pixabay)
  1. Empezar a aumentar progresivamente la cantidad de agua que se consume en el día. La cantidad requerida es de dos litros de agua, pero al iniciar se puede comenzar con pequeños vasos para ir familiarizando el cuerpo.
  2. Dejar algunos objetos alejados de las personas, de esa manera se obliga a levantarse y realizar pequeñas actividades físicas.
  3. Realizar al menos 10 respiraciones, de esa manera ayuda a oxigenar mejor el cerebro.
  4. Realizar pequeñas caminatas de 20 minutos. No realizando mandados o tareas pendientes, sino crear un momento para la caminata, con ropa cómoda.

Según las Directrices de la OMS sobre Actividad Física y Hábitos Sedentarios que se lanzó en 2020, un adulto promedio debe realizar a la semana entre 150 y 300 minutos de actividad física con una intensidad moderada, o bien, entre 75 a 150 minutos de actividad física a una intensidad alta.

Con respecto a la alimentación, Anderson aconsejó que los platillos de comida que elaboremos tengan los grupos principales de alimentos. “Se deben hacer que los platos de comida tengan color, y que involucren proteína, carbohidratos y vegetales”.

También explicó que, el exceso de información en internet y redes sociales acerca de planes de alimentación  puede llegar a ser confuso para la persona, por lo que es importante no tomar cualquier planificación, ya que el cuerpo humano de cada persona funciona completamente diferente.

La nutrición es individualizada, así que un plan no va a funcionar para todos. Las dietas restrictivas o planes que nos hagan sentir mucha hambre no son buenas. La alimentación debe producirnos saciedad, no llenura”.

ESCRITO POR:

Pavel Arellano

Periodista de Prensa Libre especializado en monitoreo de redes sociales con 3 años de experiencia.