Cada detalle cuenta siempre, pero el 10 de mayo puede aprovechar para regalar flores, un perfume, una cena o simplemente una llamada para expresarle agradecimiento. Así como elevar una oración cuando su alma descansa en paz.
En ese espacio también se vale hacer una reflexión para seguir caminando junto a ella, dialogar y resolver posibles conflictos, sanando heridas en conjunto.
La madre es la abundancia en todas las dinámicas de la vida, por ello es importante tener una sana relación, explica la psicóloga Miriam Álvarez. Si se vibra en amor y armonía con ella, todo lo que se vaya a necesitar en algún momento de la vida, llegará.
Cuando el ambiente se torna saludable, sensible, honesto, humilde, compasivo, sabio y próspero, la vida se afronta mejor, sobrellevando con menos sufrimiento las situaciones complejas porque se tiene confianza y seguridad en lo que se hace, y se cuenta siempre con el amor y sabiduría de mamá.
“En estos tiempos, ser madre es una odisea, nos enfrentamos a tantas cosas, pero lo rescatable es que tenemos un maravilloso vínculo entre madre e hijo o hija, desde el momento de la concepción. Y ese vínculo es el que debemos seguir fomentando”, explica la psicóloga Telma Barrios.
Cuando los hijos se van
Cada etapa de vida que se vive con la madre debe ser ejemplar, y si se llegara a fallar es necesario aprender de esas lecciones. En este sentido, la madre debe fortalecer más la prudencia y el respeto, por ejemplo cuando su hija o hijo se case, dejar que madure esa relación, sin querer controlarla, sino solo estar ahí cuando se requiere dar un consejo, evitando influir en la convivencia, ya que es una lección que cada uno debe aprender en la vida, es individual.
De la misma forma se debe actuar si se juega el papel de abuela, si ella desea corregir alguna conducta de los nietos, debe hablarlo primero con su hija, pues es quien tiene la responsabilidad de corregir, de esta forma no le estará quitando la autoridad.
Las madres deben dejar que sus hijos maduren, y aunque ellos decidan marcharse de casa y experimentar esa independencia al ser personas adultas, la madre deberá permitir que aprendan de esas decisiones, y fungir solo como buena guía o consejera cuando acudan a ella.
Esa es la riqueza de una madre sabia, quien a su vez no impone sus creencias, ni obliga a hacer las cosas, sino sabe pedir ayuda cuando lo necesita, y sabe dar palabras de aliento cuando alguien las requiera, explica Álvarez.
Actividades compartidas
Compartir espacios de sano esparcimiento permite mantener una mejor comunicación. Tomarse un café con ella o llevarla de paseo será un momento muy preciado para mamá. Incluso las hijas pueden relajarse en un spa con mamá, o dejarse consentir en un salón de belleza, para embellecer su cabello y uñas. También pueden ir de compras a elegir ropa o un accesorio que las llene de satisfacción, complementando ese amor propio.
Es importante que las madres proyecten y trabajen su autoestima, es parte del empoderamiento, porque son ejemplo también para las nuevas generaciones. No deben olvidar su parte femenina, por lo que verse siempre radiantes será enriquecedor, pero iluminadas siempre desde su ser interior, así qué hay que atender la salud integral, añade Álvarez.
Siempre son especiales
La madre siempre tiene un valor especial en la familia, es quien se interesa incondicionalmente por los demás, regala ternura, comprensión y cariño, eso genera seguridad en los hijos quienes se sienten siempre queridos, añade la psicóloga Barrios.
Su inversión de tiempo es de calidad, y cada una va expresando genuinamente su cariño, y es así como se van generando esos lazos de amor, donde se cimientan los valores, añade Barrios.
Ahora más que nunca, las madres tenemos un papel fundamental en la vida de los hijos. Nos enfrentamos a un antes y un después de una pandemia, se empieza a vivir una nueva normalidad, donde los hijos en edad escolar vuelven a socializar y es ahí donde se necesitan fortalecer los vínculos para ayudar a que se sientan seguros, con autoestima, y solo en casa se puede lograr, con el amor de la madre y de la familia, asegura Barrios.
La vida es un aprendizaje y las madres nos permiten crecer y sanar lo que haya que resolver generacionalmente. Por ello, busquemos que esta fecha sea un periodo para mirar la historia con nuestra madre y como siempre haciéndolo amorosamente, afirma Alejandra López, psicóloga, experta en constelaciones familiares.