Los investigadores de diversas universidades estadounidenses aplicaron en ratas y ratones una inyección de FGF1 (Factor 1 de Crecimiento de Fibroblastos), hormona involucrada en mecanismos biológicos, sobre los circuitos cerebrales encargados de regular la glucosa, indicó la referida revista.
Después de ello ello, comprobaron que los niveles en sangre de este compuesto orgánico se normalizaron durante al menos cuatro meses, aunque para ello se necesitó aplicar de forma repetida una dosis muy potente.
El científico Michael W. Schwartz, de la Universidad de Washington, afirmó que el efecto antidiabético no agrava la hipoglucemia y que guarda relación con un mecanismo completamente desconocido, que reduce la concentración de glucosa en el sistema sanguíneo.
Aclaró, además, que la mejora en los niveles de azúcar en la sangre es independiente de la pérdida de peso.
Los científicos concluyeron que el cerebro influye en la cantidad de glucosa en la sangre y que la inyección de la hormona FGF1 conduce a cambios en este que se deben tener en cuenta para futuras investigaciones.